martes, 3 de julio de 2012

¿TODOS?

Mira vos, asi que "Los porteños expresaron su cercanía a Benedicto XVI". Me pregunto ¿los consultaron a todos? ¿De lo contrario, cómo hicieron para entrar así en masa, absolutamente todos, en la Catedral Metropolitana? ¿También expresaron su cercanía los agnósticos, ateos, revisionistas y herejes que necesariamente habitan la ciudad de Buenos Aires? ¿Participaron en esta celebración regocijante los feligreses de las otras confesiones que tienen su domicilio en la porteña ciudad? ¿Acaso las calles se llenaron de multitudes que así, a lo bestia y mediante cantos alegóricos indicaron que su ídolo era el Papa? Preguntas, dudas, interrogantes, todos ellos misteriosos como el que más.
Este pobre cronista del espectáculo no puede dilucidar cómo fue que "los porteños", expresión ésta que remite a un todo completito, pudieron confirmar su cercanía con el Papa. No lo entiendo che. Debe ser que se me han esclerosado las dos neuronas que me quedaban.

10 comentarios:

edu, desde el barrio, dijo...

Dormi: No se de por aludido. Cuando dicen "porteños" se refieren a aquellos que han pasado el examen de admisión que ellos toman y evalúan.
Y ud, obviamente no aprobaría jamás.
Sorry. Alguien tenía que decíselo.

Daniel dijo...

Yo nunca expreso mi cercanía a estos vaticanos, antes que nada porque siempre quise mantenerme virgen del lado de atrás. De caprichoso que soy nomás. Está bien que ellos los prefieren niños, pero uno nunca sabe, vio.

José Pepe Parrot dijo...

Edu:
Yo sabía.
En el formulario decía: "Veces que se ha confesado en el último mes", obviamente ese punto crucial quedó en blanco.
Así no podré nunca ser un hombre de bien. Maldición.

José Pepe Parrot dijo...

Daniel:
¿Ud. es de los que pasan caminando en una silla de oficina con rueditas cada vez que cruza frente a una Iglesia? ¿Le parece bonito dando espectáculo? Hombre grande che. Con un cínturón de castidad alcanza, o eso creo.

Olivia dijo...

No trate de entender, Dormidano. Son los misterios de la fe.
Por eso nunca tendrá un lugar en las huestes católicas. Hay que suspender hasta la más mínima capacidad de raciocinio.

roberto dijo...

Hay una profecía que dice que éste va a ser el último, lo que no dice es el último de que?

José Pepe Parrot dijo...

Olivia:
Pero si casi tengo suspendido el raciocinio.
Me cacho en Unamuno me cacho.

José Pepe Parrot dijo...

Roberto:
De los mohicanos no.
Entre nosotros: estoy leyendo un libro del Cobiere sobre el Opus Dei. Asusta, que quiere que le diga.

Jorge Mux dijo...

"la religiosidad popular no distingue si el Papa es más lindo o más simpático, más moderno o más cercano. No importa si es Juan XXIII, Juan Pablo II o Benedicto XVI. Es el Papa" ¿De verdad "la religiosidad popular" no distingue quién es el papa? Bueno, si eso fuera cierto, ¿no deberíamos trabajar para que ejerciera su capacidad de distinguir? ¿Qué es "la religiosidad popular"? Y mucho me temo que esa "religiosidad popular" SÍ distinga entre papas, entre obispos, entre religiones y entre dioses. Lo que pasa es que, como siempre, si "la religiosidad popular" comienza a ejercer algún tipo de capacidad crítica, se acaba el negocio.

José Pepe Parrot dijo...

Jorge:
De los simples será el reino de los cielos, parece ser la máxima de esta iglesia oscurantista que tenemos entre manos.
La mentada "religiosidad popular" se les está escapando a toda velocidad a otros credos, lo que no es tan buena noticia dado que, al lado de los fundamentalistas evangélicos, las huestes de Benedicto parecen progresistas.
Es vomitiva la apelación a lo "popular" como refugio de fe, pero fustigarlo si esa fe pretende dignidad y mejor vida.
Un puema.