viernes, 18 de mayo de 2012

LOS AUTÉNTICOS DECADENTES

"La ley no debe ser una copia de la decadencia de una sociedad", expreso muy suelto de cuerpo Don Héctor Aguer, amigo entrañable de Danielito Scioli y arzobispo de La Plata. Y continúa diciendo que la reforma del Código Civil "se acomoda a lo que ocurre, legalizando conductas disvaliosas."
Dado lo anterior, creo que es un buen momento para recordar algo así, "una conducta que se acomoda a lo que ocurre, legalizando conductas disvaliosas"
No hace mucho la iglesia católica cambió su oración principal, el Padre Nuestro. "Actualizó" la parte que decía "perdona nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores". Ahora dice "perdona nuestras ofensas así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden". Los santos varones aducen que esta última frase se aproxima con mayor certeza a la sentencia original en arameo.
A mi me parece que, en realidad, esta segunda sentencia se despega de la primera, transformando completamente el sentido del asunto. Porque una deuda es algo bien distinto a una ofensa. Cuando se pide que perdonemos las deudas, las palabras de la oración se articulan con las acciones de Jesús en el templo echando a los cambistas, con las palabras de "déjalo todo" y las del camello por el ojo de una aguja.
Las otras, las que indican "ofensas" carecen de filo. Y al ser tan anodinas y generales, no molestan a los señores que, precisamente, no piensan perdonar una deuda. Los mismos que Jesús había denostado.
La modificación en resumen, dejan libre de culpa y cargo al capitalismo y a los capitalistas, a quienes la iglesia católica oficial no quiere "ofender" ni un poquito así. Y para éso están dispuestos a modificar el sentido del evangelio.
Por eso Don Aguer, a otro perro con ese hueso.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Lo que sucede, compañero es que extrañan las gloriosas épocas en las que las leyes eran copia de la decadencia de la corporación eclesiástica.

Moscón dijo...

¿Usté me debe una luca?¡Vaya tranquilo mi amigo,total yo ya me ofendí!
Y habría que ver eso de la pederastía crónica mantenida por el vaticano si corresponde a ofensa o deuda.