Si la cordillera les estorba, ponele, le metemos C4 y chau. Y si hace falta desviar un río, lo desviamos. Total, hay tantos que uno ni se nota che. Mucho más en Mendoza que, como todos saben, es una provincia con tal profusión de agua que carcajeate de Venecia.
Por otra parte, acá hay un instrumento que muy bien no se sabe para qué cuernos es, pero permítanme sospechar cuál será su uso.
2 comentarios:
certezas más que sospechas
Anónimo:
Ud. lo ha dicho, anteponiéndose a mi acostumbrada precaución.
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