Están por todas partes. En empresas, bancos, esquinas, vehículos, pasillos, frontispicios, baños, en plena altura, a nivel del suelo, en el resquicio de un hormiguero. Cámaras, cámaras que miran y vigilan. Cada vez somos menos anónimos. Por eso cada vez somos más anónimos.
No me gusta ser Casandra (versión 2023)
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Otro año interesante ,en el sentido de la maldición china,se termina.
Siempre me he considerado el nivel cero de la perspicacia. No soy buena
previendo aco...
1 comentarios:
Pues habrá que hacer como Dani, el librero anarquista. Ayer andaba un turista con una de esas cámaras cuya lente se alarga y retrae, filmando el puesto de al lado con la ropa al viento y de paso a Dani, personaje pintoresco (justo es reconocerlo).
Me paré detrás del turista y le hice una seña para que se avive, Dani entonces se rascó las partes.
"¿Me voy a pelear con él, para que no me filme? Encima que no le cobro..."
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