jueves, 22 de diciembre de 2011

HACELA CORTA

Alargar innecesariamente una canción con coros e introitos insostenibles (excluyamos el jazz que por su propia naturaleza de eso se ocupa) debería figurar entre los delitos que propician una mayor Inseguridad Cultural.

7 comentarios:

edu, desde el barrio, dijo...

Hey Jude, por ejemplo...

Profeblog dijo...

¿Lito Nebia?

José Pepe Parrot dijo...

Edu:
Sería una posibilidad.
Pero una fija son las porquerías bailables marchosas que nunca arrancan y luego nunca terminan. Y no son Prodigy o Moby.

José Pepe Parrot dijo...

Profe:
Hay un nada memorable hit de Meat Loaf o como se llame en donde el cantante intenta conmovernos con su vos cuatro o cinco minutos antes de comenzar con un tema repetitivo y sin gracia.
Algo así.

vodka dijo...

los rocks setentosos se alargan pero a mi me encantan con esos solos interminables de guitarra. Que se yo.
pienso en zep, en deep purple, inclusive en I spell on you de Credence.

Jack Celliers dijo...

Mmmhhh...

Me parece que no es fácil definir qué es "introducción", la canción forma un todo, si una introducción es larga pero eficaz a mí me atrapa. El rock progresivo suele mandarse introducciones un poco aburridas, pero es que depende también qué banda escuches.

Ya que estamos, me encantan estos pibes:

www.megaupload.com/?d=BDGLG4CF

Salut.

ram dijo...

Edu, no se meta con "Hey Jude", que ese tema supo unir lo bello con lo útil, con sus 7 minutos 33, en una época en que laburaba en una radio, era el infaltable recurso cuando el locutor tenía una urgencia fisiológica, no le alcanzaba para leerse el diario pero le permitía un desempeño decoroso (al locutor, claro).
Otro rebusque era "Odessa" de los Bee Gees, también en los 7.33