lunes, 14 de febrero de 2011

LAICA O LIBRE

El purpurado Aguer es afecto a los sofismas. Cultiva esa disciplina con entusiasmo y si uno no se anda con cuidado puede terminar enredado en los pseudo-argumentos del sacerdote. En este caso Hetitor indica que es un "error" no considerar como pública la escuela privada.
¿En qué sentido lo dice? Lo dice pensando en lo único que le interesa de este asunto: la financiación. O sea, que el Estado financie las escuelas privadas, pero no todas, las de confesión católica.
Ahora, si el estado le reclamara a la iglesia que incluyera dentro de sus planes de estudio la materia Educación Sexual, ahí no, ahi la eduación privada sería privada y la pública, pública y guay de aquellos herejes que pretendan desafiar la ira de Hetitor, metiéndose en su quintita de cerebros.
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Y como el movimiento se demuestra andando, Aguer se levantó y andó:
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"El prejuicio laicista fue más fuerte, y no se quiso enunciar una serie en la que no podía faltar la dimensión espiritual y religioso. El Estado nacional, en este asunto, contradice las aspiraciones de la mayoría de la población, que han logrado ser reconocidas en el ordenamiento educativo de varias provincias"
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O sea, y en criollo: no dejaron que la Iglesia Católica metiera la cuchara en donde no debe meterla.
Y otra vez el sonsonete "la mayoría de la población". Este cura autoinmune continúa postulándose como representante de un supuesto sentido común.
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"No puede haber educación integral sin el cultivo de la dimensión religiosa, valor culminante de toda cultura verdaderamente humana".
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Pero no de todas las religiones. El elíptico Aguer usa el concepto "dimensión religiosa" para encubrir el apetito irrefrenable de la Iglesia Católica, que quiere meterse a como de lugar en cualquier nivel educativo, en cualquier escuela, en cualquier lugar, aún cuando no le corresponda.
Ay Aguer. Acá te conocemos las mañas.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Desde el punto de vista legal todas las escuelas son públicas, algunas son de gestión estatal y otras de gestión privada.
Pero Aguer juega a dos puntas: quiere que las escuelas católicas sean públicas cuando se trata de recibir financiamiento del estado, y privadas cuando se trata de fijar lineamientos para los planes de estudio.
CSK