¿No ves que le estamos quitando "rentabilidad" a los señores empresarios que se ven forzados a aumentar los precios debido a los incrementos de sueldo desmedidos que estamos reclamando? Somos una manga de laburantes sin escrúpulos somos. Los señores empresarios a los que les interesa el país haciendo sacrificios y nosotros siempre pidiendo más y más. Encima queremos comer todos los días.
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Dice don Funes de Rioja sobre el "diálogo social":
"Puede versar sobre condiciones de trabajo y producción, de salarios, de paz social, pero en realidad para muchas de estas cosas me deben decir necesariamente en qué contexto voy a producir, en qué contexto social, qué incentivos habrá desde el punto de vista productivo."
Ahí está la madre del cordero. "Qué incentivos habrá". En el fondo el elegante discurso del Rioja éste sirve para encubrir el único argumento que usan estos sacrificados empresarios: pedir guita, que otros se hagan cargo del asunto, y que encima los premien por llenarse los bolsillos. Con subsidios, créditos blandos, rentabilidad asegurada por ley, etc. Medidas que nunca son calificadas por estos arriesgados emprendedores como "intervencionismo" sino como "incentivos".
Claro, si la plata no va para sus bolsillos inmediatamente se transforma en "gasto". Eso sí.
10 comentarios:
Otra vez sopa!!!!!
Todo pasa por nosotros que tenemos la maldita costumbre de comer todos los días y como la inflación está por las nubes, necesitamos más salario para poder comprar acorde a los precios de las cosas. Más el alquiler, más los servicios, más...la pqlp.
Grrrrrrrrrr.
Que puta aristocracia prebendaria.Si el motor de la economía es el consumo,ponele capacidad de consumo en el bolsillo del laburante y listo.Pero para eso,claro,también hay que ponerse a laburar,y el panzonaje ni ahí de querer poner el lomo,solamente pasar por ventanilla,o varias,a enyenarse los bolsillos.
Que parecido a los tradiconales partidos chiquitos de oposición,hacen que hacen para cobrar sin hacer nada.
María:
¿Vió?
Deberíamos ser consumidores responsables y hacer dieta para que los señores empresarios no se enojen.
Moscón:
Estos tipos no son empresarios, al menos no en el sentido clásico del término. Porque el empresario arriesga. Estos tipos no. Quieren tener la vaca atada y que el pasto lo garpe el estado.
Ni hablar de pagar el salario del ordeñador. Que lo pague el estado también.
Eso si, de la "rentabilidad" que no les toquen un peso.
Don Atahualpa diría: "las penas son de nosotros, los incentivos son ajenos".
Sujeto:
Y si se le ocurre a algún funcionario tirarle un hueso al pobrerío es "gasto".
Uno lo ve a Bill Gates y sabe que tiene que cuidarse, que el tipo es brillante, rápido como "refucilo" y más peligroso que una yarará pero, tiene un qué sé yo que hace que lo miremos como a otro humano, hasta parece gente pero si malgastamos ojos en carpetear a un llambías, un biolcatti, ....un alsogaray!!!! (qepNOd), se nos frunce todo, la criatura de Frankestein se ve simpática, bonita, comparada con estos garcas multifunción.
Habría que hacer una nueva teoría lombrosiana, mostrar cómo es un garca, cómo pretenden disimularse, blanquecinos por fuera, negrísimos por dentro; mezquinos hasta en el lenguaje y vagos, militantes de la vagancia sojera y depredadores, de la tierra, del estado y de la paciencia pública.
Sí, un nuevo lombroso anti garca hace falta y sería justicia.
Ram:
Sería una tipología de la mezquindad.
"Me deben decir necesariamente en qué contexto voy a producir, en qué contexto social, qué incentivos habrá desde el punto de vista productivo"
Claaaro, a los señores hay que darles TODAS las garantías. Me pregunto si una persona que pone un kiosquito tiene siquiera UNA garantía de algo. Ponés una fiambrería y si te va bien laburando como un negro, por ahí mantenés el negocio. Si te va mal, cerrás. Ningún incentivo ni crédito ni nada. En cambio, estos muchachos que la levantan con pala quieren, además, "incentivos".
Jorge:
Esta gente no arriesga nada de nada. Ni siquiera la posibilidad de ir en cana cuando meten la gamba.
No son empresarios, son prebendarios.
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