viernes, 7 de enero de 2011

LOS CHANGOS

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Ayer me enteré de la existencia de ésta nota en éste blog. Podría glosarla, pero creo que bastará con que la lean. Para anticipar más o menos lo que dice dejo dos frases tomadas del artículo:
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-."El santiagueño es prolijo, ordenado, sumiso, tiene los objetivos delineados, no es conflictivo"
-.“Son personas muy dóciles que se adaptan a vivir y trabajar en grupos y se pueden adaptar fácilmente a las jornadas de la época estival cuando por lo general en el campo hace más de 40 grados.".
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Pensando en el asunto del que hablábamos ayer en este post, creo que viene como anillo al anular.
¿Una lindura no?

5 comentarios:

daniel z dijo...

Esto significa que ,sin en el campo de Nidera habia 130 y en el otro alrededor de 60,quedan unos 9800 esclavos por descubrir.Del periodista que escribio la nota,y que evidentemente se limito a transcribir las declaraciones de los ejecutivos de las empresas,lo menos que se puede decir es que es muy candoroso,casi rozando la boludez ¿O sera otra cosa?

Jorge Mux dijo...

"Se los traslada en micro a los campamentos (...) Se arman casillas con el acondicionamiento necesario para vivir cómodamente". Sin duda, aire acondicionado, cloacas, agua caliente, televisión satelital, internet, escuelas, sala de primeros auxilios... Todas las comodidades.

"Las firmas consultoras se encargan de asignar un proveedor que se dirige diariamente al campo con comestibles..."
Me imagino la variedad de oferta, la calidad y los precios de esos productos.

"Reclutar", "sumisos", "adaptables". ¿Hablamos de seres humanos que van a trabajar, o de animalitos entrenados para la guerra?

Daniel dijo...

A fin de maximizar las ganancias, no hay "humanos" que valga para el capital.

Mordi dijo...

'“Este tipo de trabajo no tiene una fecha de inicio y de culminación exacta todo depende de los tiempos de la siembra por eso al “chango” se lo trae cuando hay que comenzar la labor y se lo devuelve a su lugar de origen cuando el trabajo finalice”, explicó Ramos.'

Che, buenísimas las condiciones laborales, se empieza en algún momento y un día de éstos, los echan sin previo aviso. Como para ir planificando el cronograma de trabajo a lo largo del año o como para pedir un crédito hipotecario.
Explícitas las consideraciones acerca de que los santiagueños sean de cierta manera y por eso se los considere "calificados", ¿no debería el INADI actuar de oficio?
Si seguimos así, al INADI deberán darle rango ministerial.

ram dijo...

Hay que reconocerles la bondad social, es sabido por todos que en tanto sumisos y adaptables, los changos santiagueños son casi humanos; por eso hay que agradecerles que, a diferencia de los que les enseñara el austríaco adolfo h., en lugar de hacerlos al horno, los hagan laburar y que al menos por una vez sean útiles.
Somos unos ingratos con estas empresas benefactoras de la humanidad.