martes, 14 de diciembre de 2010

EL ASCO

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En estos últimos días estoy muy poco orgulloso de la humanidad que me rodea. Con pocas y escasas excepciones, eso si.
Desde la semana pasada vengo escuchando una barbaridad tras otra, una peor que otra. Gentes que antes de decirte algo informan con un gesto de disculpa "-mirá que no soy facha/o, pero..." y a continuación desgranan una serie de argumentos racistas que de verdad asustan.
¿Cómo pueden pensar y creer lo que piensan y creen?
Me he pasado gran parte de mi vida adulta tratando de entender la forma, la manera en que un grupo de anodinos ciudadanos se transforma en una multitud racista y xenófoba. El ejemplo más acabado de ese proceso es la conversión del pueblo alemán a la fe nazi. El período que abarca desde el fin de la primera guerra mundial al ascenso de Hitler a la cancillería alemana es clave para comprender los mecanismos que se ponen en juego para lograr la adhesión fanática de los ciudadanos "comunes" a una teoría que estigmatiza al otro, al diferente, y lo culpa de todos los males de la humanidad.
Indagué e indago mucho sobre esa época funesta. Buscando respuestas.
Trataré de enumerar ahora algunas cosas que sí comprendí o creo haber comprendido que no es lo mismo pero se parece:
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1.-El Otro es lo desconocido, lo extraño, lo que no es cotidiano. Por eso en principio genera inquietud, en algunos casos miedo. Miedo a lo que no se conoce.
2.-Ese miedo básico es explotado para lograr cohesión.
3.-El Otro es transformado en un enemigo, un chivo expiatorio, en donde se pueden descargar las culpas de la sociedad.
4.-El Otro amenazante es una construcción, una representación (gracias Louis), que se asienta en prejuicios. Funciona a la manera de un arquetipo. Un arquetipo al que se le teme, al que no se interroga porque no se esperan respuestas de su parte.
5.-El Otro es malo a priori y por tanto, no merece consideración alguna. Su condición humana no es tal, dado que es un enemigo de lo humano, representado en este caso por un nosotros, víctima de este victimario.
6.-Cuando estos prejuicios son legitimados por un proyecto político asistimos al nacimiento del racismo institucionalizado. Los problemas del sistema, problemas generados por todo el colectivo social, se adjudican al colectivo agredido, a la otredad amenazante. Esto es una forma perversa de conservadurismo, en donde los privilegios de clase se consolidan usando dispositivos racistas: el "orden" debe conservarse dado que el Otro amenazante acecha nuestra forma de vida. Un doble recubrimiento en este caso: de la verdadera naturaleza del proceso social y de los privilegios que subyacen a este orden.
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Tal como se ve, no es mucho lo que entendí.
Ayer me decían: "-Esto se parece a La Ola". Este comentario hace referencia a la película "La Ola" que está basada en La Tercera Ola, el nombre de un experimento que el profesor Ron Jones llevó a cabo en el Cubberley High School, un colegio de Palo Alto, California, durante la primera semana de abril de 1967, tratando de recrear la alemania nazi.
Tiene razón. Se parece.
Además, una película me ronda la cabeza desde hace días: "El Huevo de la serpiente" de Ingmar Bergman. Una de las frases del Dr. Vergerus, al final de la película suena como una profecía: "-Cualquiera puede ver el futuro: es como el huevo de la serpiente".

12 comentarios:

Sujeto de la Historia dijo...

Muy buen post, Dormi.
Un Abrazo

José Pepe Parrot dijo...

Sujeto:
Chas gracias.
Ando con un entripado que ni le cuento.
Trataré de irlo sacando de a poco, así, con mucha paciencia.

Mauro dijo...

Mire que no soy facho, ni facha: soy feo. Pero a lo mejor simplemente todo el mundo parece racista por el hecho de que cuando uno escucha esos argumentos racistas, se indigna pero prefiere guardar silencio, para no armar más escandalo. Si hay más gente escuchando (como en un subte, por ejemplo) puede ser que los demás o aunque sea alguno sienta lo mismo, pero como nadie dice nada y sólo escucha comentarios racistas cree que todos están de acuerdo.
Por otra parte me puse a pensar: ¿hay alguna sociedad que esté libre de racismo, o por lo menos que éste sea mínimo?

José Pepe Parrot dijo...

Mauro:
Libre de racismo no. Ninguna.
Me acordé de ése que decía que lo peor es que los buenos no hagan nada.
Aunque no me animaría a ponerme en la piel de alguien bueno.

Mauro dijo...

Si, es un poco deprimente. Supongo que el racismo está necesariamente unido a la vida en sociedad, y que los buenos están para hacer de contrapeso, o algo así. Me viene a la mente eso que decía José Pablo Feinmann en el primer capítulo de su programa del canal Encuentro:

"Hay un momento que usted dice 'bueno, esto no va más', pero en este momento, ojo: usted está solo, y esto se lo tiene que bancar. Y eso es una actitud filosófica, pero es muy difícil, porque usted a partir de ahí dejó de pertenecer a la manada y comienza a partenecer a usted mismo. Cuando usted comienza a partenecer a usted mismo ya no tiene justificaciones, ya no puede distraerse, tiene que elegir, y usted va a ser el responsable de cada una de sus elecciones."

Debe ser agotador, pero alguien tiene que ser bueno. ¿Se imagina si no?

José Pepe Parrot dijo...

Mauro:
El peso de la lucidez.
El dolor de conocer el rostro de la bestia.
He ahí un gran motivo de angustia.

Daniel dijo...

Y el "personaje negado"?
(Lo que no soporto en mi, lo pongo en el otro)
Hoy el racismo en la, derecha, digamos? israelí lo demuestra.
O no proyectan en los palestinos, lo que los nazis en ellos?

maría cristina dijo...

http://www.diarioperfil.com.ar/edimp/0529/articulo.php?art=25890&ed=0529

Por favor Dormidano, digame si esto no es una provocación para todo lo que está pasando?

José Pepe Parrot dijo...

Unfor:
Si, hoy hacen lo que hicieron con ellos.
Y usan como excusa su propio dolor.

José Pepe Parrot dijo...

María:
Una provocación y una falsa promesa. Fue como el primer paso de una emboscada.

Muramasa dijo...

Excelente artículo el suyo, mis felicitaciones.

Totalmente de acuerdo, hay fuerzas que atacan la cohesión social y el arma para desunirnos como sociedad es el miedo, principalmente el miedo al otro.

No hace falta que sea extranjero, el vecino ya es un riesgo con el que hay que mantener distancia, "a ver si es un violador". Esa distancia favorece el desconocimiento del otro y por ende se puede dar rienda suelta a la imaginación o, mejor dicho, se puede aplicar lo que bajan por los medios de comunicación, ya que al desconocer no hay contra qué contrastar la premisa de "el otro es un delincuente".

Ahora, sumémosle la otra linea que bajan los medios de que los argentinos somos todos europeos, haciendo eco de un deseo aristocrático de las clases altas que las clases medias copian para intentar parecer de clase alta o por "parecer mejor".

Actualmente no hay nada más peligroso que los jóvenes, hay un enorme volumen de gente que siente miedo o peligro al pasar por un grupo de pibes que están en la vereda, estén consumiendo algún psicotrópico como alcohol o no.

Todo esto desencadena en un cóctel xenofóbico arraigado a niveles, para mi, impensados en el "inconsciente colectivo".

Saludos ;)

Prometeo dijo...

Excelente post. Veo que en las últimas entradas del blog adoptó un giro más hacia la "intelectualidad", si me permite, dejando de lado un poco el humor y la ironía en los posts. Saludo con beneplácito ese giro, porque los últimos sucesos ameritan análisis como los de este post. Saludos.