"Esimposible" decía el personaje de Capusotto, Juan Carlos Pelotudo, cuando no podía acertar la melodía de una canción en la guitarra.
La frase ahora la repite Guillermo Fernández, secretario de la Federación Argentina de Consejos de Profesionales de Ciencias Económicas. Resulta que una norma los obliga a denunciar posibles casos de lavado de dinero que puedan detectar en las declaraciones juradas de los clientes. Los contadores, como profesionales del asunto, pueden oler un tongo en una declaración jurada a dos mil metros. Por lo tanto, no es una cuestión de incompetencia. La excusa esgrimida por Don Fernández es que "siempre hay que tener en cuenta que estos profesionales cumplen una función de asesoramiento y las declaraciones juradas se hacen en base a la información suministrada por los clientes". Me extraña Don Guillermo. ¿Por quién nos ha tomado?
Más allá de la jungla de objeciones calculo yo que la principal razón para oponerse a la norma, es que les cierra un quiosco, que más que quiosco parece más bien un mall. Pero eso lo sospecho yo que soy un desconfiado.
...
...