Yo calculo (yo, éste que ven en la pantalla) que no hay una identidad punto a punto entre la Iglesia Católica y la divinidad, se llame ésta como se llamare. Decir Iglesia Católica no es decir Dios ni mucho menos. De lo que se sigue que olvidarse (en la práctica poner en su lugar) de la Iglesia Católica no es olvidarse de Dios sino, justamente,
olvidarse de la Iglesia Católica.
Cuando alguien como Marcó indica que Europa se olvidó de Dios, lo que dice en realidad es que se olvidó de la Iglesia Católica (según nosotros, le quitó el poder político y moral que había detentado en algún momento) y eso no se lo bancan. Porque no pueden bajar línea o la bajan y todos miran para otro lado.
Cuando dice que Europa se olvidó de su raíz cristiana, en realidad dice que se olvidó de la impronta católica que tanto bien le ha hecho al mundo ¿no?
Decir todo ésto y declarar que la crisis es un castigo de dios, es casi lo mismo.
Este jueguito de sustituir a Dios (se llame como se llamare), hablando como si fueran tales me tiene repodrido. Sabelo.
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