"Hacete amigo del Juez
-No le dés de qué quejarse;-
Y cuando quiera enojarse
Vos te debés encojer,
Pues siempre es güeno tener
Palenque ande ir a rascarse".
...
"Nunca le llevés la contra
Porque él manda la gavilla-
Allí sentao en su silla
Ningün güey le sale bravo-
A uno le da con el clavo
y a otro con la cantramilla".
...
No se cansa de tener razón el Martín Fierro. Lamentablemente.
Vergüenza, asco, pesadumbre, hastío, desencanto. Todas esas sensaciones me vuelven al cuerpo una y otra vez cada vez que pienso en el fallo que absolvió a los imputados por el secuestro de Marita Verón.
Complicidad con la política corrupta y feudal de Tucumán, evidente complicidad con la policía provincial, protección corporativa de privilegios, legitimación de inmunidades vox populi, convalidación de zona liberada para la trata de blancas, todo eso ha logrado el fallo de los ¿jueces? tucumanos.
También hay, es necesario decirlo, un profundo prejuicio de clase en el fallo: Marita sigue siendo lo que las señoras "bien" de Tucumán llaman "una chinita" que "algo habrá hecho. Eso también quedó dicho sin decirse en el fallo.
Luego de dar más vueltas que un espiral, de intentar evadir su responsabilidad, culminaron su faena de la manera más lamentable. De espaldas a la sociedad, de espaldas a las evidencias y pruebas, de espaldas a los tiempos que corren que los señores de la corporación judicial resisten a capa y espada.
De espaldas.
Por desgracia no será ésta la última vez que defienden indenfendibles. No será tampoco la última vez que inclinen la balanza para el lado del poder.
Y encima, como dice radio bemba, andan desparramando ciertas aspiraciones políticas que recuerdan un poco a las pretensiones de la justicia hondureña y paraguaya, cosa preocupante si las hay.
Habrá que hacer algo, y hacerlo en serio.
Aunque vengan degollando.
Informo además que la la excusa de la "independencia del poder judicial" que esgrimieron los medios serios argentinos se les ha estrellado en la cara como quien escupe al cielo. Ahora tienen que informar que esa justicia a la que alabaron no es independiente, pero por otros motivos.
Están mostrando la hilacha. Quizás sea lo único bueno que podremos rescatar de
esta grotesca absolución.