El Pensamiento Único (que no está ni un poco muerto) se precia en señalarse a sí mismo como el camino, la verdad y la vida. Según él mismo, no existe, repito, no existe otra cosa que él y por lo tanto, sólo queda acatar la ominosa realidad que presenta como inevitable.
Nada de ésto es cierto.
Siempre y por lo menos, existe una alternativa (hay más, pero siempre hay otra opción): no seguir el camino señalado. Como en todo asunto lógico. Se puede elegir no elegir. La opción puede ser tomada o no, por tanto, hay dos posibilidades.
Por lo tanto Pia, go home.
...