A sus ya legendarias pero anónimas hazañas, el partido ¿liberal libertario? (me resulta complicado escribir lo anterior, siento la lucha entre Kropotkin y Adam Smith galopándome en las neuronas, pero bueno, allá ellos) añadió
la "clausura" la AFIP.
Parece que una de las libertades fundamentales que defienden los ¿liberales libertarios? (para complicar más el asunto meten en el estofado a Aldous Huxley y George Orwell como si los dos libros utópicos por excelencia escritos por ellos "Un Mundo feliz" y "1984" se combinaran en una misma vertiente y combatieran ambos el mismo tipo de enemigo, ay por Tutatis) es la de comprar dólares o "que no te pisen" refiriéndose a los impuestos, en este caso en particular, a la AFIP.
Curiosa concepción de Estado es la que tienen estos muchachos (la tienen, si señor, aunque Ud. no lo manye). Un Estado que no exista parece ser el punto de unión entre el anarquismo y el liberalismo. Pero, para desgracia de los pibes, el concepto de libertad de cada una de las teorías es distinto, inconmensurable dirían en epistemología. Esa discrepancia fundamental es la que pone al anarquismo y al liberalismo en veredas distintas.
Pero bueno, no nos vamos a poner tan quisquillosos ¿no?
Decía, los pibes sostienen que los tienen que dejar hacer lo que tengan ganas, a eso le llaman libertarismo y liberalismo a la vez. Desconociendo por igual a las dos teorías. Y más que nada, haciendo gala de un individualismo radical que el anarquismo no postula y que en el liberalismo se vuelve beneficio colectivo a partir del beneficio individual (aunque ya sabemos que tal cosa no pasa).
Pero no digo más porque se enojan.
Y se vienen en manada a convencernos.
Mejor los dejamos con sus cosas y nos vamos a convertir este país en la Unión Soviética, con ejército rojo y todo.
Entre nosotros, ni Clarín se los toma en serio. Calculá.