Los muchachos de la CGT siempre del mismo lado. Que no es el del laburante, of course. Yo creo que no han entendido la tormenta perfecta que se avecina en el horizonte.
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No la vieron venir cuando tuvieron que decretar un paro antes de que los desayunaran con pan lactal. Ahora están prontos a cagar a las bases con un acuerdo viciado de nulidad. En Córdoba tiene apenas una muestra gratis de la paciencia que les están teniendo. Yo, si fuera ellos, me abstendría. Pero no se van a abstener.