miércoles, 19 de octubre de 2016

NI UNA MENOS, NADIE MENOS

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La primera consideración antes de la polémica es que este que escribe apoya el Paro de Mujeres del día de hoy, 19 de octubre de 2016, y la movilización desde el Obelisco hasta la Plaza de Mayo que tendrá lugar a las 17:00 hs. Esta declaración es necesaria porque siempre anda por ahí una alucinada/o que interpreta las críticas como oposición lisa y llana, emulando las hazañas de ciertos tipos que conozco pero no viene al caso nombrar.
Y el apoyo no es solo de orden nonimal. No es corrección política. Desde hace mucho tiempo, en rigor de verdad, desde que tengo conciencia de mis actos, he defendido el Ni una menos, incluso cuando no existía esa frase. O sea, no está hablando un recién llegado, un paracaidista que se afana un logotipo, pone cara compungida y en realidad, la cosa le importa tres carajos. También esta aclaración tiene por objeto derogar las objeciones previsibles que no tardarán en llegar.
Dicho lo anterior, pasemos al nudo del asunto.
En estos días he escuchado muchas barbaridades. Algunas provienen de donde normalmente nacen estas barbaridades: Lanata por ejemplo, maltratando a Cristina Fernández de Kirchner en un editorial, descalificándola e insultándola (si no me equivoco eso sería violencia de género), a los señores periodistas de los medios serios agrediendo a Milagro Sala a mansalva y sin filtro, como vienen haciendo desde el 10 de diciembre (eso también califica como violencia de género), a opinólogos de varios pelajes atacando a pibas que se benefician con la AUH (¿me permiten llamarle violencia de género?). También vi a Cambiemos, el Frente Renovador y el pejotismo ultramontano dándole curso ayer a la remoción de Alejandra Gils Carbó, haciéndose cargo de los insultos y descalificaciones que le propina Mauricio Macri a la Procuradora General de la Nación desde hace mucho tiempo (violencia de género institucional, creo que es). Dicho sea de paso, esta reforma se lleva puesta la Unidad Fiscal Especializada de Violencia contra las Mujeres que investiga los femicidios, hablando de violencia de género. Y esto no ocurrió hoy, sucede todos los días sin interrupción desde el 10 de diciembre, incluso desde mucho antes. Excepto honrosas excepciones, no he visto ninguna reacción colectiva para repudiar esa violencia de género, evidente y perniciosa.
Voy a profundizar el análisis: En la semana del 21 de septiembre de 2016, fueron asesinadas en Mendoza tres mujeres en distintas circunstancias (todas horrorosas). En menos de tres días. Hubo una marcha en la provincia debido a la conmoción que generó esta ola de femicidios. No hubo ninguna reacción colectiva más allá de la de orden local. Si me preguntás a mi quizás eso ameritaba un poco más de atención. Pero es una provincia, y está en manos de Cambiemos, piensa el desconfiado que soy.
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El disparador del Paro de Mujeres fue el espantoso asesinato de Lucía Pérez, del que nos ocupamos en este blog hace unos días, señalando la indignación selectiva de muchos ciudadanos enojados por una pintada pero no por una piba violada y asesinada con saña. Parte de esos ciudadanos indignados por una pintada en el frente de un edificio eran mujeres, mujeres que atacaron en forma virulenta al 31° Encuentro Nacional de Mujeres que tuvo lugar en Rosario, justo en el mismo momento en que asesinaban a Lucía Pérez. Mujeres que levantando la barbilla al cielo decían "No me representan esas marimachos en tetas, feminazis, ISIS vaginales, tortas". No estoy inventando, solo uní frases y palabras que leí con estupor escritas por mujeres en esos días. 
La represión que sufrió el colectivo de mujeres en Rosario causó apenas una tímida reacción de repudio. Pasa que estaban "muy politizadas" ¿vistes?
El dolor inmenso por el femicidio de Lucía Pérez promovió esta reacción. Una reacción que espero no sea solo epidérmica. La marcha anterior, la Ni una menos de junio de 2015, terminó siendo éso: indignación epidérmica sin mayores consecuencias. ¿Por qué digo semejante cosa? Porque la defensa de género sigue siendo selectiva. Porque no es irrestricta. Porque no es profunda. Porque está tamizada por prejuicios de todos los colores. 
¿Ejemplos? Uno no menor. Una cantidad inmensa de mujeres votó a Mauricio Macri. Un tipo que muestra desde hace mucho y sin esconderla su misoginia. Un tipo que dijo "A todas las mujeres les gusta que les digan un piropo. Aquellas que dicen que no, que se ofenden, no les creo nada. No puede haber nada más lindo (que un piropo), por más que esté acompañado de una grosería, que te digan qué lindo culo que tenés, está todo bien." Y lo dijo en abril de 2014. Y fue público porque esos dichos desataron una polémica. Con esa evidencia palmaria frente a sus ojos, muchas mujeres optaron por Macri para conducir el país. ¿Estoy exagerando? Para nada. ¿Algunas de esas mujeres marcharán hoy? Supongo que sí. Deberían marchar por su propia memoria falible. Y no es una chicana.
Una cantidad notable de mujeres además, convertieron a la víctima, Lucía Pérez, en culpable de su propio asesinato: "Ella se lo buscó", "Fue a buscar droga, imaginate", "Mirá con quién se juntaba" y hasta leí "Ella los provocó, porque uno de los chicos es hijo de un escribano en muy buena posición, no le hacía falta violar a nadie, le sobraban las mujeres". Repito, estas opiniones fueron escritas por mujeres. No creo que ninguna de ellas marche hoy. Espero que no lo hagan.
Desde junio de 2015 los femicidios no han dejado de ocurrir. Nunca cesaron, jamás. Y son cada vez más violentos. ¿No hubiera sido un gran momento el 31° Encuentro Nacional de Mujeres para promover una marcha colectiva, masiva, contundente en contra de los femicidios en todo el país? Pregunto, de molesto que soy. Pero sospecho que la cosa no iba a cuajar porque las mujeres del Encuentro Nacional además expresaron una posición muy clara en torno a la situación socio-económica del país. Porque los femicidios no son extraños fenómenos que ocurren porque sí. Ocurren en unas circunstancias concretas que necesitan ser analizadas para que cualquier lucha contra la violencia tenga algún sentido. Sin esa mirada una marcha por un reclamo más que justo no pasa de rascar la pintura del asfalto.
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Por eso varias mujeres miraron medio de costado a las mujeres de Rosario, casi solicitando no ser confundidas con semejantes activistas. Hoy supongo y espero que se plieguen al Paro de Mujeres. Y que paren también por su memoria en cortocircuito.
El 11 de octubre hubo una marcha contra la "inseguridad" frente al Congreso Nacional, (perdón, congreso nacional). Durante la marcha, se leyó una adhesión de las Madres de Plaza de Mayo a la marcha. ¿Y qué ocurrió? Una porción considerable de los marchantes silbaron la adhesión. Entre los silbantes había muchas mujeres que silbaban a mujeres que son la encarnación de la violencia de género, víctimas predilectas de militares, empresarios y políticos. Víctimas de la inseguridad inmensa que llevó adelante un estado que apeló al terrorismo para imponer un plan económico que favoreciera a los sectores económicos más concentrados. Algunas de esas mujeres que silbaron marcharán hoy, o se vestirán de negro. Espero que lleven luto por su doble vara.
Algunas mujeres, muchas, gritaron y festejaron alborozadas, cuando el juez Bonadío ordenó quemar 60.000 kits del programa Qunita. Exultantes, fueras de sí, celebraban el fin de los derechos de "esas negras que se embarazan para cobrar un plan". Hoy muchas de esas mujeres tendrán la imagen del Ni una menos en sus perfiles. No sé por qué, no sé para qué.
Durante más de un año las mujeres, impactadas por aquella marcha de junio, siguieron estableciendo divisiones taxativas entre "esto es para nena y esto para nenes". El rosado es el color de las niñas y las nenas se disfrazan de princesas, y sus cualidades más admirables son la delicadeza, los modales rebuscados, la búsqueda del príncipe azul, las canciones de las tiras infanto-juveniles de moda en donde las mujeres son seres cargados de una sensibilidad enfermiza que no tienen actividades ni criterios, sino hobbies y caprichos que a veces se convierten por arte de magia en profesiones cool. Toda esa violencia circula por las pantallas y por los hogares. Desde junio de 2015 no han cesado de circular revistas como Hola, Caras, Para Ti, Gente, Ohlalá, Cosmopolitan, revistas machistas escritas para mujeres. Ninguna quebró por falta de lectoras. Las mujeres que las leen siguieron optando por alimentarse de esas páginas cargadas de estereotipos misóginos y pavorosos, legitimando con su preferencia las barbaridades sexistas que promulgan como dogma de fe esas páginas a todo color.
Desde junio de 2015 siguen en el aire los programas de chimentos que convierten a la mujer en un objeto, sexual, de violencia, de perfidia, de venganza, etc. No han perdido audiencia, una audiencia que en gran parte es femenina. También sigue en el aire Tinelli cosificando a la mujer como objeto de consumo y una porción nada despreciable de su audiencia son mujeres. Hoy varias de esas mujeres pondrán el logo del Paro de Mujeres en su facebook y quizás algunas marchen. Espero que marchen también por su participación en la reproducción de la violencia de género.
En una entrevista radial una de las mujeres que promueve la marcha de hoy dijo: "-A los varones no los violan". Y me pregunté a mi mismo (estaba solo en ese momento) ¿hace falta semejante pavada? ¿Cómo que a los varones no los violan? ¿Qué son los cientos de miles de casos de pedofilia que ennegrecen la conciencia de la Iglesia Católica y de varios cultos más por todo el mundo? ¿Qué es lo que les hacen a los presos más nuevos y débiles en las cárceles de nuestro país? ¿Qué es lo que hacía Grassi con los que debía proteger? No, no hacía falta decir semejante barbaridad para defender lo que es legítimo defender. Jugar a la exclusión para defender la inclusión es un mal negocio. Las mujeres asesinadas no son más víctimas porque alguien pida para ellas la exclusividad del dolor. La exclusión es exclusión, así como el dolor y la muerte son dolor y muerte para cualquiera.
Vi también, sin apenas participar, una polémica acerca de que si a la marcha debían concurrir varones. Solo esa pregunta me causó estupor. Insisto: ¿se puede pedir inclusión excluyendo? Yo creo que no.
Consideraciones finales a esta larga parrafada de pensamientos sueltos: el primer lugar en donde se alojan los estereotipos de género que luego propician la violencia está frente a nosotros, en el espejo en donde nos miramos el escracho todas las mañanas. Es el primer rincón para revisar buscando piojos. Necesitamos ponernos en cuestión, sospechar de la mirada que portamos in pectore y que luego sirve para reproducir una sociedad que ejerce violencia sobre los más débiles (porque las mujeres asesinadas son parte de ese colectivo). En el fondo, no pelear contra la violencia en general (una violencia que recorre todos los estamentos sociales) es casi la confesión de una derrota. 
Considerar a los femicidios como fenómenos aislados de la sociedad solo relacionados entre sí mismos, recortándolos, no para hacerlos visibles sino para atomizarlos, desconectándolos del entramado complejo en donde tienen lugar es también un error fatal. Sería combatir síntomas que seguirán apareciendo porque las causas permanecen ocultas en un cono de convenientes sombras. Apenas paramos la pelota, podemos pensar que mediante este recurso el poder deja a salvo sus resortes, los que quiere mantener controlados y lejos de la mirada jodida de los jodidos. Digo, que se yo.
Podría hoy, plegarme sin más a la indignación que da origen a la marcha, ser políticamente correcto y resignar estas críticas para un momento más adecuado. Pero, como dice Unamuno, yo no vendo pan, vendo levadura.
Por último, no es posible combatir los femicidios y la violencia contra la mujer sin poner en cuestión la sociedad en la que ocurren, sin discutir la historia de esa sociedad, la ética de esa sociedad, la cultura de esa sociedad, la economía de esa sociedad. Sin ese esfuerzo colectivo tendremos la bronca en la piel hasta que los medios recubran la indignación con las nuevas aventuras de Susana Gimenez en Mayami. Y de la marcha pasemos alegremente al "hay que matarlos a todos".

17 comentarios:

Mariam dijo...

Y entonces qué hacemos?

José Pepe Parrot dijo...

Mariam:
Marchar o vestirse de negro, si gustan o no. Pero sabiendo que una marcha no modifica la sociedad vioenta en donde el machismo es la norma. Que una marcha a lo sumo pone en el tapete el asunto, pero no mucho más. Que los cambios y modificaciones tienen que ocurrir en la vida cotidiana, revisando (revisándonos) el marote y las prácticas de todos los días para construir una sociedad distinta en donde el machismo y la violencia de género no tengan lugar porque no lo tienen en la subjetividad. Algo así.

Palquienque dijo...

Sabia que estabas carburando un post asi...impecable todo aquello que me gustaria expresar de igual modo sin encontrar la lucidez y sagacidad para escribirlo

- " O sea, no está hablando un recién llegado, un paracaidista que se afana un logotipo, pone CARA compungida y en realidad, la cosa le importa tres carajos."
Cuan verdad, si conozco en carne hueso y digital tantos y tantas de esos. Figuretti for Fun Moment

A Tinelli se le pega por ser una rata cosificadora y multiples cosas...pero se le pega de igual o mayor manera a todas las MUJERES que participan, se divierten, juegan,
y son complices de TODA ESA MIERDA CON LUCES Y ESTRELLAS QUE DAN POR EL CANAL DEL GRUPO ECONOMICO DEL GRAN ARIO ARGENTINO EL 13???????
o los 3 o 4 palos de personas que se sientan comodamente a ver a LA SU GIMENEZ? Cuanta hipocresia...

- El Demacrado Presidente.
Tal como dice gracias a millones de mujeres que votaron al Virrey como bien uste dice.
Vamos, acaso las fuerzas de seguridad no cuentan con las herramientas, el poder y la inteligencia para encanar a toda la red de trata?
Ah no pero el peligro es un repartidor de harina o un pibe que cultiva cañamo


PD: Seria otra la situacion con un Triunvirato de Mujeres en la CGT ?

José Pepe Parrot dijo...

Mariano:
A decir verdad, esperaba no tener que escribir un post como éste. Porque es más bien triste. Decía en otro foro que estoy esperando que hayamos aprendido algo desde mucho antes de que el poder encarnado en la impunidad de un Luque asesinara a María Soledad Morales. Y siempre espero decir "aprendimos algo carajo", pero la verdad, no hemos aprendido gran cosa. Más que nada y antes que nada, porque los orejones del tarro siguen optando con su voto por tipos que son la encarnación de aquella Catamarca feudal. Y no hablo solo de gentes de provincias protofeudales. Hablo también de los orgullosos porteños que votaron tres veces por un tipo que no es la encarnación de la lucha contra la violencia en general y la violencia de género en particular.

Unknown dijo...

Las mujeres, también, son parte de esta sociedad que no es capaz de unir el bife con la vaca.

José Pepe Parrot dijo...

Adrián:
Exacto. Justo a eso me refería.

Moscón dijo...

Cosa curiosa, violencia es una palabra que se une con artículo femenino, como otra palabra a la que también se antepone artículo femenino, socieda.
Y uste como hace para poner las palabras tan justas?, tiene un micrometro semántico?
(escribo desde el teléfono,

Daniel dijo...

Muy bueno Dormi.
Las mujeres machistas que las hay y lamentablemente son muchas, forman parte sustancial del entramado de violencia contra la mujer.
Y no es rara la cosa, hubo y hay negros colaborando en la violencia racial. Hubo y hay indios. Hubo y hay semitas.
Esto de hoy es un paso fuerte hacia la concientización social que como sabemos es ardua. Pero de eso se trata la vida que nos toca, levantarnos cada mañana para accionar en una dirección, la de la superación de la violencia; de género, racial, económica, política, social, interpersonal, etc.

gorila gorila dijo...

Impecable post, como nos tenés acostumbrados. Pero la pregunta de Mariam también es una respuesta (de tantas).
Por algo se empieza. Y después se podrá multiplicar si el reclamo es genuino.
Remitámonos a la historia de las MADRES. (a propósito, ¿tendrá alguna relación con el hecho de que sea nuestro país el que toma la iniciativa y empieza a replicar en el resto del mundo?).

Te cito porque vale también para mí: "Desde hace mucho tiempo... he defendido el Ni una menos, incluso cuando no existía esa frase. O sea, no está hablando ... un paracaidista que se afana un logotipo..."
Aclarado, confieso que los títulos ( violencia de género, femicidio, ni una menos...) me tienen bastante aburrido y hasta fastidiado.
(Y que se me rebeló la patrona, y también mis hijas.)

Un abrazo


Palquienque dijo...

a todo esto la lluvia de inversiones de moco verde que pasai? espero que no la "cambien" por lluvia de misiles... the jacks boys andan jugando a los malabares...

En C5N Brillantina presenta la marcha como "apolitica"
Falta Estado, sobra Capital(?)
Ni un misil mas
Consigas
Hashtags
Cumbia, chapa y meta guacha
Yo le digo si al aborto legal

ram dijo...

Como si estos tiempos amarillos no fueran una porquería lo suficientemente confusa, toda esta cuestión de los femicidios que si bien, no tienen que ver con uno, sí son parte de un paisaje deleznable, paisaje que, de yapa, es dibujado en gran medida por los medios, los afines y los de mierda. Crímenes atroces, bajezas mediáticas y oficiales, canas que se hacen las boludas, oportunistas haciendo sus negocitos y, claro, miles, millones de personas (sí, mujeres pero no sólo) que sienten la necesidad de hacer algo, gritar, patalear, juntarse, hacer aunque sea una marcha para certificar que sufren y existen.... pero se sabe, sabemos que existen, la joda es que a los que debiera importarles, no les importa e hilando finito, las marchas les convienen para....claro, poner cara compungida, largar frases correctas y chau, mientras se note la caripela en la movida, esperar que se vaya diluyendo.... hasta la próxima atrocidad, la próxima marcha, etc. "Show must go on", no?.
Una porquería, Dormi, días como éste debieran ser mejores, como preludio de cosas buenas y la verdad es que no y el escepticismo goza de buena salud, excelente casi...

Anónimo dijo...

Lúcido, como siempre.

Esther dijo...

Se incluye no excluyendo. Qué sencilla idea y cuán difícil es comprenderla y aceptarla…

No se trata de que los hombres sean machistas sino de que nuestra sociedad lo es.

Necesariamente, para que una sociedad sea machista las mujeres también tenemos que serlo. No todas, claro. Igual que no todos los hombres lo son, claro. O no todxs con el mismo grado. La movilización de hoy no eliminará el problema, ninguna movilización lo eliminará, pero constituye un gran paso para visibilizarlo y ayudar a enfrentarlo. Incluso por las discusiones que se dan alrededor.

La violencia contra las mujeres es la forma que toma el ejercicio perverso del poder cuando el más débil es una mujer.
Es una de las formas, no la única, porque hay otros que pertenecen a colectivos más débiles que otros. Los niños, por ejemplo, y por su condición de debilidad ante los adultos son abusados no importa el género. O muchos trabajadores ante la patronal. O quienes tienen menores recursos económicos. O quienes son transgénero. O quienes… La lista es extensa. Como bien decís, no comprender que el “ni una menos” forma parte de ese entramado es recortar la realidad con un reduccionismo total.

La Educación Sexual Integral (ESI), que debe (debería) ser obligatoria en todas las materias de todos los niveles educativos, tiene, entre otros contenidos, el tratamiento y debate sobre la violencia de género, la discriminación por género u orientación sexual, la trata de personas, el abuso, los estereotipos de género y cómo los medios de información y las publicidades afirman y re-afirman esos estereotipos. El ME Nación ha elaborado material para organizar unidades didácticas y talleres en las escuelas, y también llevado adelante programas de capacitación de docentes y directivos. Antes.
Porque ahora este gobierno está desmantelando el programa de Educación Sexual Integral.

Un abrazo,
Esther

Alejandro dijo...

¿Cómo se mantiene en pie esta sociedad, con macris y obamas y hillarys?

Por favor, sin dejar por un momento de pensar que es cierto que las mujeres están en este mundo más jodidas que los varones, pongamos el eje en el lugar que verdaderamente corresponde. Los de arriba y los de abajo, el imperio y las colonias, los patrones y los obreros, y seguro que hay también otras maneras de ver las cosas. Los blancos y los negros, por ejemplo, y en la Argentina la palabra "negro" no apunta a los afrodescendientes en particular, sino que se utiliza como identificatoria y denigratoria para cualquiera que "no quiere laburar" "se embaraza por un plan", o vive en palermo (si yo vivo en recoleta), en paternal (si yo vivo en palermo), en lugano (si yo vivo en paternal), en la matanza (si yo vivo en lugano), en jujuy (si yo vivo en la matanza). Y eso es para mujeres, varones, GLT, y tutti quanti.
La frontera, parece, no es tan clara, pero estoy seguro que no está entre nenes y nenas.

Sin embargo parece que cada persona "sabe" de que lado está de esa frontera. Y claro, las comillas están porque el 51 y medio por ciento "supo" de que lado estaba, para votar como votó. Así quedamos.

Ninguna marcha, por si sola, ni esta ni el 30 de marzo ni el 14 de junio, por sí sola, cambia una sociedad. El mismo 17 de octubre, si hubiera quedado ahí, no pasaba nada. Ahora, que hay que dar este y tantos otros pasos, eso seguro que sí.

También hay que dar pasos al parecer mucho más sencillos y menos glamorosos. Pienso en lo que escribió Esther, porque la Educación Sexual integral es ley desde hace años, obligatoria para los docentes de todas las materias en la ed. media, y mi esperiencia es que no se aplica en casi ningún caso, sin la menor acción para fomentarla por parte de directivos escolares. No les interesa, le huyen al tema. Los supervisores tampoco se lo exigen a los directivos, los mismos supervisores que se la pasan exigiendo boludeces día y noche (literalmente). El dedicarle un poco de tiempo al tema, en cada clase, en cada escuela, estoy seguro que cambiaría las estadísticas en poco tiempo. Los chicos no sólo crecerían distinto, sino que mirarían mucho más lo que hacen sus "padres, tutores o encargados". Y no es tan dificil, o al menos no debería serlo. Pero carajo, no hay ley que valga si el "sentido común" de la sociedad no va en ese sentido. O se la baja de un plumazo o ni siquiera hace falta, total es papel mojado.

Para volver a la frase inicial ¿con hillary clinton bombardeando Libia o Irak, va a disminuir la violencia contra las mujeres? ¿merkel o thatcher defendieron a su género? ¿con Cristina, cuántas mujeres argentinas la trataban y la tratan de yegua? Defiendo esta marcha como una forma más de lucha, claro que sí. Pienso en cuántas de las personas que estuvieron le seguirán comprando la cocinita a la nena y el revólver al nene. Y en cuántas seguirán teniendo en negro a sus trabajadoras hogareñas. Capaz que es eso lo que verdaderamente importa. Bah, qué sé yo.

Saludos.-

José Pepe Parrot dijo...

A todos los lectores y comentaristas:
Los comentarios de hoy a este post tienen una profundidad, una sensiblidad y una búsqueda de sentido y coherencia notables. Y por eso les quiero agradecer a todos, a los que se toman el laburo de leer y escribir, a los que solo leen, en fin, a todos los que pasan a diario por este blog. Eso hace que lo poco que uno puede aportar valga la pena, no mis ideas ni el humor ni la bronca, lo que uds. hacen con las palabras que aparecen en el blog.
De nuevo, gracias.

Anónimo dijo...

Hola, no se si le parece, pero la niña asesinada en MdQ, era Lucía Pérez. Ud le dice mas de una vez Suárez.
Creo q merece su nombre correcto
gracias por su análisis, perdón por corregirlo

José Pepe Parrot dijo...

Anónimo:
Muchas gracias por la corrección. Y además, corregido. No sé porqué le cambie el nombre, eso sí.