En la tierra del Dormidano, en Santa Rosa, Mendoza, pasan éstas cosas. Y no pasan ahora, pasan desde que yo tengo memoria. Y por lo visto seguirán pasando. Mientras, las bodegas siguen ganando premios y distinciones y se abastecen de mano de obra cuasi esclava. Los culos de los que sale sangre, los nadie.
Poemas con excusa: décimas mortuorias
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Aprovechando que la muerte de los espacios virtuales es reversible,
revivimos este blog para una nueva edición de los Poemas con excu...
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