En la tierra del Dormidano, en Santa Rosa, Mendoza, pasan éstas cosas. Y no pasan ahora, pasan desde que yo tengo memoria. Y por lo visto seguirán pasando. Mientras, las bodegas siguen ganando premios y distinciones y se abastecen de mano de obra cuasi esclava. Los culos de los que sale sangre, los nadie.
No me gusta ser Casandra (versión 2023)
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Otro año interesante ,en el sentido de la maldición china,se termina.
Siempre me he considerado el nivel cero de la perspicacia. No soy buena
previendo aco...
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