El país necesita empresarios que no pidan que el Estado les financie los "emprendimientos". O sea, tipos que no pidan dinero para la "inversión", incentivos por "invertir" (cuando no pusieron un peso), seguridad jurídica (o sea, hacer lo que se les antoje cuando quieran), "previsibilidad" (o sea, que les aseguren la tasa de ganancias por ley) y "bajar la conflictividad sindical" (o sea, que nadie les pida aumento, es más, que les dejen las manos libres para reducir sueldos, despedir empleados, no pagar cargas sociales y esas molestas cosas que distorsionan el mercado).
Los políticos Eurnekian no son técnicos. Son políticos: porque querido Eurne la política maneja la economía y no al revés. Métaselo en el digamos, meollo.
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Quizás, este ilustre cretino se olvidó de algo que nuestro archivo recuerda:
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El "Gran Empresario", con la anuencia de ese otro que bien baila, ganando guita con la vaca atada. Lo dicho, se necesitan empresarios, no estafadores.
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