martes, 6 de septiembre de 2011

CHAU, OTRA VEZ FUERA DEL MUNDO

La verdad, para invertir así como quiere invertir, mejor que rumbee para otro lugar.
Las inversiones que quieren manos libres no son inversiones, desde ya te aviso.
...

10 comentarios:

ram dijo...

¿Se da cuenta? - Entre Moreno y Moyano, nos cortan el acceso al garcaje internacional.
Así no vamos a progresar nunca.

Daniel dijo...

Que país ingrato éste con el santo capital que nos da de comer.
Eso de "poderoso", como les gusta menearlo a estos muchachos de Forbes, Fortuna y demás basofias revisteriles.

AntiKK(Antikingkong) dijo...

Si che...que mala onda, vivir acá es una dictadura anti libre empresa, yo quiero que este señor me cobre lo que se le de la gana, no pague impuestos y tenga exclavos mal pagados así volvemos al mundo...

José Pepe Parrot dijo...

Ram:
Yo estoy extrañando a estos simpáticos usureros.

José Pepe Parrot dijo...

Daniel:
Poderoso porque les puso una moneda para que le hagan el lobby correspondiente.
Es más o menos la única motivación que tienen.

José Pepe Parrot dijo...

Anti:
Ha dicho una gran verdad. Parece que esos elementos son los que hacen falta para volver al mundo.

Leandro dijo...

Faltaba mas, estos argentinos de cuarta que pretenden que se use forro para sodomizarlos! que se aguanten el sida, si quieren inversiones!

Rob K dijo...

No conozco al tal Batista, pero pensando en los empresarios argentinos que han crecido en tiempos recientes ¿quiénes de ellos resistirían nuestro filtro moral? ¿Lázaro Báez, Cristóbal López, los Eskenazi, Moyano, Cirigliano (de Plaza), Ferreyra y Acosta (de Electroingeniería)...? ¿Quiénes?

José Pepe Parrot dijo...

Leandro:
Eso, que se agachen para la prueba de amor.

José Pepe Parrot dijo...

Rob:
Permítame extender sus conclusiones: a mi me dice la palabra empresario y yo ya le desconfío. Hasta ahora, en mi pobre experiencia personal, cortita y contingenge, no he conocido ningún empresario que conjugue de una u otra manera la palabra corrupción.
Y no creo que sea una condición inherente a la moral básica del empresario, sino del capitalismo en general.