jueves, 13 de enero de 2011

NO VAYA A CREER

En esta edición, el diario Río Negro, pone en duda el carácter ultraconservador del Tea Party. ¿Por qué se mete en ese asunto? Porque, aprovechando el momento, puede colar un bocadito neoliberal que nunca viene mal en estas circunstancias en que las sucesivas leyes mordazas impiden pensar con claridad y así terminás, confundiendo al Ku Klux Klan con los Tories ingleses.
...
...
Es interesante además comprobar los argumentos usados por el diario para quitarle responsabilidad al Tea Party por la masacre de Tucson. Piruetas que rozan lo grotesco. Preguntale a Juan Gelman.
Además, verifíquese la comparación tácita que desliza el diario entre la situación en EE.UU. y Argentina. Comparación que el título explicita al usar la palabra "crispación". Con algunos matices, casi podría ser un editorial de La Nación, dándole duro al setentismo, progresismo o cualquiera de sus obsesiones más entrañables.
Sin duda, se les nota la marca de la gorra, al Diario de Río Negro y a La Nación.
...
Nota:
Calculá, cómo será de moderado el Tea Party que motivó este artículo de Clarinete. Y es Clarinete, dato digno de ser tenido en cuenta.

3 comentarios:

Guillermo dijo...

Que lindo, este parrafito:

De todos modos, si bien es factible que lo que ocurrió en Tucson sirva para que por un rato los políticos norteamericanos procuren hablar con más cuidado por temor a que si adoptan una postura excesivamente dura sujetos desequilibrados actúen en consecuencia...

Moscón dijo...

Para el que no conocía el tea party,aquí se lo presentan bien light ya que la primera impresión es muy importante.
Quizás el diario sea apadrinado por el readers digest.

ram dijo...

Y sí, no es mala idea que estas cosas "sirvan" a los políticos de allá, de acá, de todas partes. Sí, les "serviría" usar cascos, chalecos antibalas, hacer actos en una jaula blindada (como el ratzi, vió?). O mejor, "serviría" que no hagan nada que altere el "orden natural" (y medieval) de la derecha más burda, más racista, más burra y más criminal.
Pobre derecha, tan sensible que es y tanto que la agreden...