Andrés Oppenheimer, nuestro analista de política internacional de cabecera, anhela una invasión. Porque no hay nada peor para Andresito que el narcisismo-leninismo. Pobre, él cree que con esa definición se convierte en un tipo lleno de audacia y mordacidad.
Pero no, es patético, a lo sumo.
De todas formas, ya lo veo a Andresito, encabezando una flota invasora, parado él en la barcaza de guerra que se arrima a la playa en medio de las balas enemigas, vestido con ropas camufladas. Porque si algo le sobre a Oppenheimer es valentía y arrojo. ¿No?
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3 comentarios:
Siempre el bajo perfil y la humildad en la izquierda, Dormi. Es hora del narcisismo!
Estamos convocando a las ex-Miss Universo de Venezuela. Tenemos a los galanes de las novelas. Los verseros están con nosotros.
Y la consigna bien en alto!:
-"Somos lo más" "los mejores" los más inteligentes y capaces" "los winner-boys de la zurda" "nadie sabe más que nosotros"!
Unfor:
Yo pienso que tendríamos que apelar al botox...
Nah, nah, nah... ¿que es eso de "narcisista-leninista"?
Fué visto en La Nación, 2006, escrito por un tal Erich Follath... ah que es un alemán este mengano. Claro, Oppenheimer abrevó en la sangre aria para sacar esa frase inexistente. Seguro que la leyó, le gustó y la guardó en un worpad que guardó como "Agitar Chávez".
Por lo menos inventate algo, man.
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