miércoles, 5 de mayo de 2010

PLUMA PLUMA GAY

Alguna vez ciertas religiones deberán entender que no tienen el derecho a imponer sus punto de vista confesional a personas que no pertenecen a sus credos o que no profesan religión alguna.
Alguna vez tendrán que comprender que la religión debe separarse de una vez por todas del Estado. Porque el Estado involucra a sujetos diversos. Las religiones no tienen la potestad de instaurar como Política de Estado sus propios dogmas (dogmas que sí pueden imponer a sus congregaciones).
Van a tener que entenderlo.
Particularmente la Iglesia Católica deberá entender además que es injusto ser mantenida con dinero que pertenece a una sociedad diversa (conformada por sujetos de muchas confesiones religiosas, agnósticos, ateos, etc.). Deberá renunciar a su supuesta primacia y renunciar definitivamente a los privilegios que se autoadjudica. Deberá comprender que es una religión más en medio de otras religiones.
En el artículo que comenta la media sanción de la ley de Matrimonio Gay, el portal Valores Religiosos indica que "impulsores aseguran que se trata de una cuestión "civil" no religiosa".
Por supuesto que es una cuestión civil. La religión no tiene absolutamente nada que ver con el tema. La religión católica puede impugnar el matrimonio gay al interior de su grey. Pero no tiene el derecho de imponer ese punto de vista a la sociedad civil, porque en la sociedad civil no todos son católicos. No es tan complicado de entender.
En el recorte se puede ver la forma en que la Iglesia Católica se arroga el derecho a juzgar leyes que corresponden a la esfera civil. Entre otras cosas, señalan mediante una foto a los que estaban a favor del proyecto, denunciándolos. Y como frutilla de la torta, se hacen intérpretes del "sentido común".
¿Sería demasiado pedirle a la Iglesia Católica un poco de humildad?

8 comentarios:

Luis Eugenio dijo...

Todo su poder de fuego apunta al Senado, que como todos sabemos es donde están radicado los focos más fuerte de la derecha católica más ultramontana.
No sé si seguistes los debates, pero ahí se veía claramente la presión de la iglesia en los diputados de algunas provincias, con unos discursos que daban verguenza ajena, propios de la edad media. Mucho contraste con otros que eran verdaderas piezas de oratoria, de profundidad y de valores.
El discurso de Carrió fue de antología. De antología de la locura derrapante, claro.
De todas formas, hoy después de la media sanción somos un poco mejor que ayer. Más iguales, mejores personas.

José Pepe Parrot dijo...

Luis:
Si señor. Un poco de luz en la oscuridad.
Lo de Carrió luego se ratificó con el voto, en el que la acompaño su escudero Alfonso Prat ¿Gay?. Ninguno de los dos tomó posición.
Valientes.

Germán dijo...

¿Pusieron foto de los que están a favor? ¡¡eso es escrache!!

José Pepe Parrot dijo...

Germán:
Si señor.
Y la titularon "algunos expresan abiertamente su posición a favor".
Claro, por lo vergonzoso del tema tenían que expresar su aprobación en silencio, medio escondidos ahí abajo de las bancas...

Anónimo dijo...

Cuando entiendan que la pera no es igual a la banana, un mono a un ser humano, un pez a una ballena, etc, etc, etc; tal ves se den cuenta de que una mujer no es igual que un hombre. El día que le hagan un ADN a un travesti va a dar que es varon si o si.
No pueden tener derechos iguales aquellos que no son iguales.
Haagan leyes, cambien constituciones, eijan lo que quieran como modo de vida...
En algun momento de sus vidas (y no los juzgo por su elección sexual o preferencia) van a poder darse cuenta que la ley de la gravedad no es opinable, puedo no querer, pero las cosas caen por su propio peso

José Pepe Parrot dijo...

Anónimo:

El sujeto humano no es producto de la naturaleza, es producto de la sociedad. La dinámica social da luz distintos sujetos, distintas conformaciones de los grupos de pertenencia, distintos conceptos de familia, distintas formas de establecer relaciones humanas. Nada está establecido por la naturaleza, como no sea la capacidad de procrear y nadie pone en duda que el sexo de un travesti es masculino, aunque su género no lo sea. Porque el género es una construcción social. Este es un ejemplo remanido pero los griegos tenían a la homosexualidad como una opción que no se contradecía con la heterosexualidad, el lesbianismo, la bisexualidad, etc. Nosotros, desde nuestra civilización regida por la moral judeo cristiana, podríamos considerar esas prácticas "inmorales" o "antinaturales", pero no lo son. Simplemente era otra sociedad con otros paradigmas y otros parámetros. La forma misma de la familia ha mutado desde hace cincuenta años, desde la familia nuclear hasta esta familia desperdigada conformada por padres de distintos hijos e hijos de matrimonios o uniones diferentes. Nada en el sujeto es "natural", aunque una religión crea en eso o lo prescriba y la sexualidad no es nada más que para procrear como había establecido aquella fallida encíclica de Pablo VI, es una práctica social, aunque privada y es una opción. Que no le guste esta opción o crea que un ser humano es equiparable a una banana o una pera es harina de otro molino.
Cierto, la Ley de Gravedad no es opinable, pero ha dejado de ser indiscutible, por esa cosa llamada física cuántica y esa otra cosa llamada Leyes de Termodinámica que demostraron que el universo no está tan determinado como creíamos y que dos más dos no siempre es cuatro.
En lo humano, todo es opinable porque somos lo que hacemos de nosotros mismos.

Saludos

Luis Eugenio dijo...

¡clap! ¡clap! ¡clap! Amigo Dormi lo aplaudo de pie.
Impecable tu respuesta al Sr.Anónimo, que hace bien en esconderse xq ser homofóbico es bien feo. "Ser gay no es una enfermedad, ser homofóbico sí" dicen los carteles que se preparan para el 17 de mayo día internacional contra la homofobia.
Con todo respeto voy a hacerte un pequeña corrección: la sexualidad humana nunca es una opción, siempre es una condición del individuo, como se es zurdo, diestro, alto, petiso etc. No se elige. Se es. Cosa que lo hace todavía más dramático en los padecimientos de este sufrido y humillado colectivo.

José Pepe Parrot dijo...

Luis:
Chas gracias. No me las merezco en absoluto. Sí se las merecen los libros que decían lo que yo he parafraseado.
Cierto. En la sexualidad la opción es decidir hacerle caso a las inclinaciones que uno tiene y vivirlas en plenitud.
Le cuento algo, yo también fui cambiando mi opinión con respecto a la homosexualidad paulatinamente. Ganando en respeto. No digo tolerancia porque tolerancia es una palabra que no me resulta buena, porque indica que uno soporta al otro. Y yo no quiero soportarlo, lo quiero ver como un otro que es también un sujeto y un sujeto de derecho y respeto.
Fun un laburo le voy a decir. Mucho más para uno como yo que vengo de una provincia profundamente conservadora como Mendoza.