domingo, 20 de diciembre de 2009

¡ANDA A CAGAR!

El problema acuciante de estos tiempos tan contemporáneos no es la desocupación, el hambre o el calentamiento global. El estigma de este siglo es no poder cagar. Los fabricantes de yogures tomaron debida nota de ese hecho y han creado productos que sirven para aligerar las tripas, mover el intestino, depositar la encomienda, bendecir el inodoro, etc.
Ya se sabe que los productos en una economía de mercado requieren publicidad. Demanda hay (ya señalamos que el número de personas que no puede defecar como la gente es enorme). Hay que informarle a todos esos culo fruncido que pueden ser felices. Que ha llegado el producto para ablandar tanta dureza. O sea, unir la oferta con la demanda.
Pero aquí nos topamos con un problema: la publicidad de un producto que sirve para hacerte cagar tiene que hablar de caca. Porque la caca es la que se atraviesa en el intestino y no te deja sonreir. Y si un yogur empuja la mierda hacia el conducto proceloso, el comercial que lo publicita tiene que decir, exactamente, que ese yogur empuja la mierda en dirección al conducto proceloso. El inconveniente es que la mierda no tiene buena prensa. Decir sin más "compre este yogur para cagar mejor" sería más bien grosero, pedestre, ordinariazo. Más en esta sociedad pacata que oculta sus necesidades corporales detrás del velo del tabú.
Asi que los creativos que parieron el comercial del yogur que te hace cagar inventaron un montón de eufemismos visuales para decir "caca" y "cagar". ¿No es un poema?
...
Acá la cosa todavía no está tan clara. Vemos un tacho de basura y una flecha apuntando hacia abajo. Algo podemos intuir, pero esta presentación es más bien conceptual. Aunque el eufemismo central del asunto es presentado con la mayor claridad: Purificate=Cagá

La señorita inmaculada sirve para informarnos que hasta la mujer más guapa deja su montón de caca, como reza la rima popular. Para decir que la caca es mala mala, la comparan con la basura. Claro que si la basura es caca la señorita tiene mierda en la mano. Que asco.

Y si, la basura va en el tacho de basura y la mierda en el inodoro, siempre y cuando no te sorprendan los apuros lejos de un baño. Lástima que los soretes no salgan al mundo embolsados. Como "mierda" no se puede decir porque suena feo, da náuseas y ganas de vomitar (por el recuerdo de pasados mojones) los creativos la rebautizaron "sustancia indeseable". Andate a la sustancia indeseable. La cara de la señorita inmaculada confirma que la "sustancia indeseable" es caca. Y, si evaluamos su gesto de asco, tiene muy mal olor.

Claro, mostrar la panza de un gordo que se acaba de morfar una fuente de lechón con ensalada rusa no es agradable para un aviso en donde pulula el color blanco y la limpieza de los escenarios recuerda a un hospital. Por eso, continúa la metáfora de que la mujer más guapa...Acá la señorita con un gesto inequívoco rodea la zona de su cuerpo en donde la mierda se amontona sin remedio. ¿Dónde está ese yogurt?
¿No serán gases?
Obsérvese que la caca tiene un ominoso color negro grisaceo. Lo que acrecienta su poder maléfico pero no hace honor a la verdad. Todos sabemos que por más oscura que venga la cosa, siempre el sorete es amarronado. Véase además que los consabidos mojones tienen una apariencia rugosa, áspera. Con razón no salen como dios manda. Sobre el destapacañerías que viene a desalojar a las "sustancias indeseables" no puedo arriesgar mayores precisiones. Si ellos dicen que es amarillo será amarillo.
He aquí el momento glorioso. El hecho por el que tantos desvelos hemos sufrido. Al fin al fin. Las señoritas han podido cagar. La acción de cagar está representada aquí por una flecha que apunta hacia abajo. Cierto es que hay un solo lugar para expeler mierda, pero la infografía es un tanto ambigua.
Como en todo aviso que se precie de su eficacia, hay que unir las metáforas al producto. Entonces, con esta imagen cuasi final los creativos asocian la bolsa que tiene en la mano la señorita con mierda (¿otra vez con "sustancias indeseables" en la mano?) y el yogurt que está tomando (arriba y a la izquierda) con el destapacañerías. Espero que tenga un inodoro a mano, porque si ese menjunte es tan efectivo como dicen, lo va a necesitar.

2 comentarios:

Oscar dijo...

Muy vinculado al post anterior de De la Rua, en más de un sentido...
Siempre he sospechado que la sociedad que se atreva a sacrificar un par de creativos publicitarios en aras de la ciencia, y les estudie el cerebro, va a descubrir aspectos insospechados de la mente humana que acaso sean la clave para una serie de cambios positivos.
Por ejemplo, fíjese qué cosa sugestiva: se usa y abusa de los culos femeninos para vender desodorantes masculinos, cervezas, lugares de veraneo, productos para el pelo, bronceadores, bicicletas, autos carísimos, perfumes para hombres y mujeres, anteojos y todo producto que se le pueda ocurrir. MENOS aquellos que efectivamente tienen una vinculación real con el culo. Vaya y explíqueselo a un marciano...

José Pepe Parrot dijo...

Oscar:
Que buena pregunta.