¡Pobres empresarios argentinos! ¡Siempre los últimos orejones del tarro!
A la frasecita ésa que dice "una empresa no es el éxito de un empresario, es un éxito colectivo” le faltan algunas aclaraciones. La poca popularidad de los "exitosos empresarios" reside casi siempre en que, aunque el éxito de una empresa es colectivo los beneficios derivados de ése éxito son privados. Y de ese "éxito" los laburantes ven poco y nada.
Y para muestra basta un botón: la empresa FASINPAT, ex-Zanón, gestionada por los obreros genera fuentes de trabajo y distribución de ingresos entre los obreros. Ingresos que se incrementan, mientras al mismo tiempo crece la inversión en la empresa. He ahí la forma. Pero claro, eso significa dejar de quebrarle el lomo al obrero para lograr una productividad que se traduce en acumulación en un solo brazo de la balanza.
Si si. Ya sé. Yo soy un idealista.
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