Hinchados de orgullo están. Porque han cumplido su objetivo. Han vuelto a creerse importantes, decisivos, el azote moral de la nación. Su voz se ha elevado y sus santas preocupaciones son un estandarte que llevarán cacerola en mano, intentando disolver esa insidiosa laicicidad radical que tanto los incomoda y les hace perder poder.
No es otra cosa lo que buscan. Espero que los traten como se merecen. Porque ahora están, como siempre, pletóricos de soberbia.
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Después me preguntan porqué les tiramos con todo lo que tenemos a estos fariseos. Quizás por cosas como ésta, por intentar meter la napia en donde no los llaman y en donde no los quieren. Eso es, presionar al Estado para que se adopten sus estrechos puntos de vista, un Estado conformado por un montón de tipos que desprecian a los señores obispos. Sin ánimo de ofenderlos, claro está.
4 comentarios:
"La comunicación es el arma más poderosa que puede haber y tiene que ser regulada” ·Baltasar Garzón·
¿Alguien conoce la manera de tener un salario real alto sin conflicto con la oligarquía?
Señores, para hacer una tortilla, hay que romper los huevos.” ·Guillermo Moreno·
Yo quiero que la audiencia se trasmita en directo por cadena nacional.
Van por lana... y saldrán... ¿cómo era?
No entiendo por qué nadie tiene que recibir a estos detritus. Ya es una cuestión estética, huelen mal hasta en fotos.
No entiendo con qué derecho solicitan una audiencia y la obtienen si no representan a nadie.
Pero si me permite una sugerencia, creo que no son estos los que merecen tanta atención de su parte. Aunque sea un post debería dirigirse a quienes les sirven de coartada.
Me refiero a los sacerdotes que están en la famosa "opción por los pobres" y su esquizoide conducta. Denunciaron el documento, hicieron pública sus críticas, recordaron la complicidad eclesiástica con el genocidio, todo lo que ya sabemos bien. Acto seguido, siguen perteneciendo a esa organización que ya apesta.
Alguien debería explicarles que ellos son también responsables de lo que denuncian. Sin acritud ni encono, pero con franqueza, algo que a la izquierda raquítica suele no salirle. Sin olvidar a los sacerdotes que sí hicieron algo por los pobres, que cayeron bajo la represión y que sostuvieron una postura digna, sería hora de explicarles que no hay forma de estar en ambos lados del mostrador, que si se pertenece a una organización entones uno es responsable de lo que esa organización hace.
Y ante la explicación de que "se intenta cambiar desde adentro", responder que es una apuesta válida, pero en tanto no se logra cambiar un carajo, en tanto lo que ocurre es lo contrario: derechización, apoyo al fascismo multinacional y encubrimiento del abuso contra niños, se debe tomar una decisión urgente respecto de esa organización a la que uno pertenece y sostiene. No basta con decir lo obvio y luego seguir llamando a estos crápulas "hermanos mayores".
Los católicos progresistas y buenitos tienen un terrible problema de responsabilidad que no quieren asumir. Parecen no darse cuenta de que pertenecen a una organización que gastó millones en encubrir abusadores de chicos, creen sinceramente no tener ninguna responsabilidad en eso porque sinceramente lo abominan. Y les creo. Pero ellos son también responsables, sostenedores, y parte necesaria.
Me parece que sería hora de dirigirse a estos sectores de la iglesia a ver si empiezan a reflexionar sobre su propia participación en el asunto que denuncian, porque ya suena medio loquito eso de "hermanos, vosotros torturásteis, eso está mal".
Si la pertenencia a la iglesia sigue siendo la prioridad para esta gente, entonces me cuesta creer que realmente les importe algo lo que denuncian.
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