Claudio María Dominguez ya tiene una digna heredera, alguien que seguirá contribuyendo, como Odolito, a la salud espiritual de los argentinos en este país tan crispado en donde alguien tiene que hacerse cargo, seres de luz y fuerza. Menos mal. Yo tenía miedo que las enseñanzas de tan preclaro maestro cayeran en saco roto y nadie más perseverara en el camino de la sabiduría. Menos mal que llegó ella, para salvarnos a todos de una buena vez por todas.
Poemas con excusa: décimas mortuorias
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Aprovechando que la muerte de los espacios virtuales es reversible,
revivimos este blog para una nueva edición de los Poemas con excu...
2 comentarios:
Me acuerdo del tiempo en que pensaba zafar con el franquito macri,y el viejo mafioso le hizo pito catalán.
Y ahora con tan profundas enseñanzas de vida.Que belleza interior.
Moscón:
La Ola está de fiesta...
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