miércoles, 18 de enero de 2012

HUID, HUID

¡Huyan!. ¡Corran que los alcanza esa maldita!

2 comentarios:

Jorge Mux dijo...

Igual estaría bueno que nos alcanzara de vez en cuando, para recordar lo que se siente el pecado y de ese modo tenerlo muy presente. Sólo como un recordatorio, cada tanto. Para los que somos olvidadizos, al menos una vez al día.

José Pepe Parrot dijo...

Jorge:
Decía un señor de España que en el pueblo en el que él vivía fornicar no era pecado sino milagro. Calcule Ud.