Viajo en el Roca. Digo lo anterior para situar el comentario. Buscaba una palabra para definir lo que sufro todos los días y el término es desidia. Absoluta, completa y omnipresente. Desidia de los pasajeros que hacen todo lo posible para que el viaje sea insoportable , desidia de los conductores de tren que salen a la hora que quieren, que se demoran porque están charlando de fútbol con otros como ellos, de los policías que transan con los guardias de seguridad del tren (guardias a los cuáles, si uno adjetivara como lúmpenes estaría haciéndoles un favor) y siguen las firmas. Absoluta ausencia de control, mala conducta de los pasajeros (que fuman en los vagones, toman cerveza en los vagones, atropellan a los que bajan y a los que suben y un montón de otras lindezas), evidente connivencia para permitir ciertas conductas ilícitas, etc.
Y sobre todo y ante todo, ninguna autoridad que se haga cargo y arregle el asunto. Y cuando digo autoridad pienso en instancias municipales, provinciales, nacionales e incluso aceptaría la participación de extraterrestres si eso sirviera para mejorar la situación.
Eso si, hay una pantalla gigante que te la voglio dire.
En fin, al lado del Roca, comparado con Constitución, el infierno del Dante es un parque de diversiones.
Y las manos siguen cruzadas.
2 comentarios:
Así era el Sarmiento... Estoy diciendo "era" porque algunas cosas mejoraron... Lo que sigue intacto es la desidia de los pasajeros que a veces se transforma en depredación...
señor, no le permito. Yo viajo en el roca una vez por semana, y siempre compro algo, tan es asi que mi dorima tiene la teoria de que los vendedores ambulantes avisan unos a otros "alli esta la gorda que compra boludeces", es mas, este año no compre globo aerostatico para tirar el fin de año, por que he viajado, lamento decirlo, en combi.
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