jueves, 21 de julio de 2011

EXTRAÑA AUSENCIA

No he visto ninguna nota intitulada "El mundo habla de Argentina por el caso de las escuchas ilegales: paralelismos entre el Reino Unido y la ciudad de Buenos Aires". Y éso que el asunto lo publicó BBC Mundo, medio al que los señores periodistas serios suelen acudir cuando necesitan respaldarse en el consabido "¿Qué van a pensar de nosotros en el orbe?"
Ahora, cosa of Mandinga, hay un silencio de radio que aturde.
...

11 comentarios:

Moscón dijo...

En todos lados se cuecen audífonos,ya sabemos lo escandalosos que son los Yonnis.Aparte ¿vamos a comparar a 007 con un intendente sudaca? Plis...

Polo dijo...

El Niño Mauricio lo hizo antes. Vieron que éramos del 1er mundo, nomás ? LTA Murdoch !!

José Pepe Parrot dijo...

Moscón:
Tiene razón, hay una falta de glamour...

José Pepe Parrot dijo...

Polo:
¿Vió? Y todos perseverando en el tercero...

ram dijo...

¿Y doña sarlo no tiene nada que decir?, nada que recortar?

José Pepe Parrot dijo...

Ram:
Parece que no.
Es que acá la figura del ejemplo no funka.

Rob K dijo...

Ese es el problema: uno sabe ya cómo oculta o sesga la derecha lo que no le conviene, y exactamente lo mismo hace la izquierda, lamentablemente.

José Pepe Parrot dijo...

Rob:
También tiene uno que revisar la relación de fuerzas en este asunto (los que piensan que la lucha de clases es cosa del pasado tendrán que despertarse de su letargo)
No es lo mismo Murdoch y todo el arsenal que posee a ambos lados del océano que la revista "Garganta".
Como dice Bauman, una forma de neutralizar la razón crítica es transformarla en queja, una queja que por su propia naturaleza superficial no pone en duda las condiciones del sistema sino que las afirma. O sea, hasta las excepciones están contempladas. En una época en donde todo parece obedecer a los designios del sujeto estamos cada vez más aprisionados en condiciones que no se discuten porque cada vez es mayor la distancia entre el problema en sí y su mascarada.

Rob K dijo...

Dormidano, lo entiendo. Imagine Ud. por un momento qué responsabilidades habrían exigido los que condenan (con razón) las burradas de un Macri, si Schoklender hubiese trabajado para el gobierno de CABA. O si la bala que mató a un joven ayer en San Telmo la hubiese disparado un policía de la Metropolitana y no uno de la Federal. Los mismos hechos (corrupción, violencia policial) se analizan distinto según a quién convenga "colgárselos", si son "propia tropa" o adversarios. Es allí donde no veo equilibrio informativo. Y deploro que se justifique ese sesgo, y que lo aceptemos diciendo "es una guerra". Veo el mismo sesgo de los dos lados, derecha e izquierda. (Es sólo mi opinión.)

José Pepe Parrot dijo...

Rob:
Ahí se mandó con un tema que me da picazón. Yo la verdad no le veo salida al tema de la policía: Federal, Metropolitana, Bonaerense y así.
Porque tienen una autonomía ligada a ciertos intereses que les permite andar por las sombras sin mayores preocupaciones y replicar su funcionamiento una y otra vez.
Sobre lo de propia tropa, le cuento un asunto. Resulta que una de mis obsesiones es la reproducción social. O sea, la forma en que una sociedad se replica en las mismas condiciones sin alterar más que superficialmente las relaciones de producción. Mis inquisiciones me han llevado a desestimar un esquema maniqueo básico: Ellos y Nosotros. Mediante ese simplismo se intenta colocar toda la culpa en el adversario y toda la virtud entre los propios a los que pertenezco. Pero resulta que, pese a semejante virtud, la sociedad sigue pariéndose a sí misma en las mismas condiciones: o sea, los que la tienen atada la tienen cada vez más atada y los orejones del tarro son orejones y tendrán vástagos orejones y los convencerán que son orejones. Eso ocurre porque la reproducción ocurre a nivel del sujeto y a nivel colectivo, no hay ellos ni nosotros. Hay un colectivo que comparte al interior y al exterior las coordenadas sociales que un grupo dice combatir pero reproduce por opción, omisión u elección. Lo que se critica nos habita, aunque neguemos el asunto. Por eso es necesario, al menos en el cientista y en el que dice querer cambios reales, vigilar las propias presunciones para no caer en ese maniqueismo que le señalaba al comienzo. Insisto, no hay ellos y nosotros. Si hay una lucha, que no ha cesado pese a Fukuyama, pero la virtud no habita una facción sólo por adjudicársela mediante edictos.

Rob K dijo...

Dormidano, clarísimo su punto y lo comparto.