Es llamativa, permítaseme el eufemismo, la recuperación que (ocho años después) hace Clarín del trabajo de Pepe Mateos en la cobertura de los asesinatos del Puente Pueyrredón. Y llamativa es, la comparación con la foto de su autoría que aborda la nota en cuestión.
En aquel entonces, las fotos de Mateos permitieron reconstruir los hechos y comprobar que los asesinatos habían sido hechos por la bonaerense (el consejo editorial de Clarín tuvo la secuencia de fotos en la mismísima noche del 26 de junio de 2002, y sin embargo, decidió endilgarle los asesinatos a la crisis).
Me pregunto: la foto actual, ¿qué valor documental tiene para estos señores? ¿Será acaso, que el desvergonzado orinante anónimo es el responsable de los asesinatos, incluso del que precedió y motivó a las movilizaciones?
Si no fuera porque estaría atentando contra la libertad de expresión, osaría pedir un poco de respeto (o al menos, honestidad intelectual).