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Los que cada tanto pasan por este blog para leer las mismas fruslerías de siempre se habrán dado cuenta que el asuntito de la clase media me preocupa bastante. Entre otras cosas porque hablar de "clase media" en sociología comporta un error en términos conceptuales, en tanto la diferencia de ingresos entre la clase alta y los supuestos sectores medios es abismal. ¿Qué sería entonces la clase media? Coincido con Ezequiel Adamovsky que escribió Historia de la clase media argentina: la clase media no es una clase social sino una identidad. Y a partir de ahí andá llevando.
Como apunta con certeza literaria y teórica Nicolás Casullo: "Ella es entonces como napas inclementes de ella misma. Como subsuelos
abollados de sus gestos unos contra otros. Como recuerdos surcados por
lombrices. Como una maroma amontonada de liberación nacional, Evita
socialista, déme dos, plazo fijo, abajo Holanda, la tablita, el miedo,
algunas locas de la plaza, piratas ingleses son argentinas, nos los
representantes de la nación, democracia, aparición con vida, si se
atreven incendiamos los cuarteles, están asaltando las góndolas, cerrá
las celosías, espiá por la ranura, ¿qué pasa mi amor, son los cabezas
otra vez? Como amasijo, un día finalmente le llegó el cansancio en el
alma. Que es la venta del alma, dicho de otra forma."
Volvamos del bosque teórico porque el árbol nos puede tapar la autopista: lo que representa para mi aún un acertijo sin respuesta es cómo un estamento que tiene estas aspiraciones se transforma en soporte de cualquier dictadura o sistema totalitario que le salga al paso. La respuesta obvia parece ser que la violencia larvada en los autoritarismos le serviría al clasemediero para sostener sus ventajas por sobre las clases bajas que postula como subalternas sin incluirse y en la que deposita su resentimiento y a su vez, la identificación estamental con la clase alta (el sindrome del medio pelo que señalara Jauretche) lo lleva a abrazar ese universo simbólico que le da sentido a la búsqueda del status que deposita en ese faro que no puede alcanzar pero que ilumina su comprensión del mundo. Quizás, ponele. Pero estos amagues de respuesta apenas son tanteos en la oscuridad.
Pensando en estos temas cruciales (¿no tenés nada qué hacer pedazo de progresista siome? Mirá que hay elecciones y lo importante es, etc.) me vino a la memoria una anécdota que cuenta Raúl Kollman en "Sombras de Hitler", un libro que reseña los delirios de las bandas neonazis en Argentina y que creo que ilustra mi propia perplejidad y de paso da algunas pistas acerca de ese imaginario que estaba intentando delinear en dos párrafos.
Resulta que los neonazis argentinos le mandaban a los neonazis alemanes un correo electrónico tras otro saludando a los supuestos camaradas al estilo nazi, ofreciéndose y presentándose como nacionalsocialistas. Del otro lado de la computadora solo recibían un ensordecedor silencio. Los mails que enviaban no recibían respuesta alguna. Hasta que un día el milagro se produjo: los neonazis alemanes contestaron el pedido de camaradería y lealtad eterna enviado por los neonazis argentinos. La respuesta era escueta, menos que un telegrama, pero dejaba en claro en dónde estaban parados ellos y estos muchachos anhelantes de correajes y saludo mano derecha en alto. Los neonazis alemanes respondieron: "No nos juntamos con sudacas".
Quizás también el acertado nombre del libro nos dé una pista. "Sombras de Hitler" titula Kollman. Sombras. Sombras nada más.
Saquen las conclusiones que quieran.
Dormidano:
ResponderEliminarEs una batalla cultural en la que el neoliberalismo
también compite y lo hace muy bien. Así que sin
soberbia ni pretensión de iluminado, un pequeño
aporte:
Alegoría de la caverna
PLATÓN, República, Libro VII
La alegoría de la caverna pretende poner
de manifiesto el estado en que, con respecto
a la educación o falta de ella, se halla
nuestra naturaleza, es decir, el estado
en que se halla la mayoría de los hombres
con relación al conocimiento de la verdad
o a la ignorancia.
Así, los prisioneros representan a la mayoría
de la humanidad, esclava y prisionera de su
ignorancia e inconsciente de ella, aferrada
a las costumbres, opiniones, prejuicios y
falsas creencias de siempre. Estos prisioneros,
al igual que la mayoría de los hombres, creen
que saben y se sienten felices en su ignorancia,
pero viven en el error, y toman por real y
verdadero lo que no son sino simples sombras de
objetos fabricados y ecos de voces.
... "cerrá las celosías, espiá por la ranura,
¿qué pasa mi amor, son los cabezas otra vez?
Como amasijo, un día finalmente le llegó el
cansancio en el alma. Que es la venta del alma,
dicho de otra forma."
... "para mi aún un acertijo sin respuesta es
cómo un estamento que tiene estas aspiraciones
se transforma en soporte de cualquier dictadura
o sistema totalitario que le salga al paso."
..."Pensando en estos temas cruciales (¿no tenés
nada qué hacer pedazo de progresista siome? Mirá
que hay elecciones y lo importante es, etc.)
De Alegoría de la caverna:
– Y si tuviera que discriminar de nuevo aquellas
sombras, en ardua competencia con aquellos
que han conservado en todo momento las cadenas,
y viera confusamente hasta que sus ojos se
reacomodaran a ese estado y se acostumbraran
en un tiempo nada breve, ¿no se expondría al
ridículo y a que se dijera de él que, por haber
subido hasta lo alto, se había estropeado los
ojos, y que ni siquiera valdría la pena intentar
marchar hacia arriba? Y si intentase desatarlos
y conducirlos hacia la luz, ¿no lo matarían,
si pudieran tenerlo en sus manos y matarlo?
– Seguramente.
Alegoría de la caverna
http://www.unsam.edu.ar/escuelas/ciencia/docs/Platon El mito de la caverna - Admisión IEU.pdf
Magistral, don Dormí. Magistral. Y qué decir del aporte de RT. Gracias por el desafío.
ResponderEliminarAbrazo, y nunca menos!
Con respecto a la clase media, creo que el mayor problema que tiene es que no relaciona un bife con la vaca.
ResponderEliminarTe cuento cortito mi historia personal: Mi viejo nacio en 1931,hijo de un inmigrante que laburaba en las camaras de frio de un frigorifico.
Al terminar la primaria, hizo la secundaria en una escuela fabric y luego se recibio de ingeniero en la UTN.
Esto no parece nada raro hoy,pero en el preperonismo era impensable que el hijo de un obrero llegara a ingeniero. Su destino era la misma camara de frio que el padre.
Mi viejo jamas reconocio que, ademas de su esfuerzo personal, sus logros tambien se debieron al contexto de la epoca.Y por añadidura es furioso antiperonista.
Ademas, cuando se jubilo le faltaban varios años de aportes pero se jubilo igual. y mi vieja que dejo de trabajar en 1957 tambien se jubilo. Pensas que le reconocen algo al gobierno por ello? No, ni en pedo lo reconocen.Y explicarselo es al pedo.
Saludos
Mire, Dormi, sea serio, póngase en el cuero de un nazi alemán, legítimo, 100 % ario, 0% mestizo y/o sudaca.. es un completo despropósito que vengan estos payucas neo latinos, neo indios de las américas a pretender ser "iguales"... ¿lo vió bien a "herr" biondini?, petiso, morocho, apellido tano, bigote de libanés.... ¿qué es éso?, ¿usted tomaría en serio un SS con esas faltas de ortografía?, tenemos que agradecer la sinceridad teutona, no son tolerables los nazis de cotillón y raza en offside....
ResponderEliminarRT:
ResponderEliminarPrimero, muchas gracias por el muy buen aporte.
Segundo: dirán que estoy gagá pero me acordé de la definición que planteaba Althusser acerca de la ideología. La ideología es la forma en la que el individuo se representa cómo vive.
Luiggi:
ResponderEliminarCoincido con lo de RT.
Lo mio son apenas intuiciones. Meras.
Q:
ResponderEliminarSu historia se parece a la mia.
Y mi perplejidad aumenta.
En las dos lo que no está es el registro del contexto, por lo que podemos suponer que existe una ética del capitalismo que recubre los logros colectivos como logros individuales.
No es un mal camino para arrancar la comprensión.
Ram:
ResponderEliminarHubiera pagado para ver la cara de los neonazis argentinos cuando leyeron el mail coherente de los nazis alemanes, que por otra parte, son los únicos nazis por motivos obvios.