lunes, 26 de abril de 2010

AL PLATO

Hablando con propiedad tengo los huevos al plato con algunos silogismos.
Cada vez que alguna ley o inicitativa amenaza con hacerle la vida más llevadera, liviana o simple a los últimos orejones del tarro, aparecen los piolas de siempre indicando que semejante curso de acción lesionaría la seguridad jurídica, la inversión, los negocios, la propiedad privada, la previsibilidad, crearía inflación, etc.
"-¡Eso es populismo!" dicen con gesto ampuloso como si fuera algún tipo de verdad revelada.
Pregunto, cuando se emite alguna ley, reglamento o engañapichanga que favorece a los que la tienen amarrocada ¿qué vendría siendo? ¿Elitismo? Podríamos exclamar apuntando con el dedo "-Eso es elitismo que genera concentración de la riqueza, pobres, más orejones del tarro", etc.
Pero no. Curiosamente los orejones del tarro defienden a los que están en la cúspide de la pirámide, se identifican con sus metas y ¡los defienden! como si esa defensa los favoreciera.
Juro que no lo puedo comprender.



2 comentarios:

  1. Vieja historia compañero la del hombre que está solo y espera...

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  2. Manuel:
    Si, es eso justamente. Pero nunca dejo de sorprenderme.

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Bueno, os dejo en libertad. Disculpen las molestias ocasionadas.