Permitidme una digresión. Todos los que sufren este blog saben que más o menos intentamos balbucear algo de política, economía, etc. Pero también somos humanos (perdón Hannah Arendt) y nos gustan otras cosas, aunque no se note.
Uno de esos campos en donde no nos destacamos es el de la música. Y sobre ella versa este asunto. Resulta que "se viene el Lollapalooza Argentina" (para usar un lenguaje en boga en todo conductor de FM Disney que se precie de tal). No suelo prestar atención a estos festivales, máxime que tenemos cerca la llegada de Iron Maiden y con eso a mi me alcanza para cubrir la cuota de visitas internacionales que puedo soportar (a veces soy un viejito metalero).
No les doy pelota entre otras cosas porque traen tipos que ya fueron y otros que no son. Los primeros han agotado su talento y los segundos por lo general no lo tienen. Pero, como en FM Disney (estoy insistente che) mezclan consagrados con paquetes a los efectos de que le prestemos atención a los paquetes. Si logran que los paquetes al menos despierten un aplauso les dan manija en la radio y ahí tenemos un buzón.
Pero me he llevado una sorpresa con la Lolla. Tres para ser exactos.
Resulta que en la grilla de artistas del festival aparecen tres grandes, enormes bandas. Que no solo tienen talento sino que además están, por decirlo así, en la ola. No en la cresta que es donde todos transan cualquier cosa, sino en la ola.
Puede que ninguna les despierte algún eco, pero déjenme decirles, merecen ser escuchadas con mucha atención porque son tres grupazos. No les voy a explicar lo que tienen que leer, más bien les propongo que escuchen lo que tienen que escuchar.
Por ejemplo, la temible voz de Brittany Howard, de Alabama Shakes, en Don't Wanna Fight:
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Nada de glamour. Pura música.
O la inconfundible voz de Marcus Mumford en Ditmas.
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Poco que decir excepto escuchar
O las voces de Nanna Bryndís Hilmarsdóttir y Ragnar "Raggi" Þórhallsson en King and Lionheart
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Halaga el sentido estético que existan grupos como los tres citados. Eso disculpa más o menos la supervivencia de Arjonas y Enriques Iglesias (y su espantoso coequiper Romeo Santos). Claro, no es lo mismo la pomposidad del pop ligerito y sin carnadura que la propuesta de Alabama Shakes, Mumford & Sons y Of Monsters and Men. Pero, como dice Dolina, la reina del baile no está a mano. Cuesta llegar hasta ella. Uno puede elegir Arjonas y Romeos Santos. Pero nunca podrá decir que son la reina del baile.
Háganme caso: escuchen a los recomendados y si tienen ganas, consíganse algún disquito para apreciar que todavía se hacen los famosos discos conceptuales en donde ningún tema está al pedo o de relleno.
Guenas noches.
Yo le digresiono la digresión: cuando no me queda más remedio que someterme a escuchar a Romeo Santos, me agarra un dilema existencial: no sé si darle un corchazo primero al mentado llorón, al maniático que puntea en esa guitarrita de plástico, o al infradotado que no para de pegarle al bongó.
ResponderEliminarAhí dejó de reconocerme como.miembro de la especie humana.
Luiggi:
ResponderEliminar¿A los tres?
Gracias Dormi por acercarme a estas bandas que ni sabia que existian.
ResponderEliminarUna duda, la cantante islandesa, es la hermana perdida de Bjork?
Q:
ResponderEliminar¿Se parece no?
Calculo que no tienen relación, pero déjeme indagar.
Me enamoré de la voz de Brittany Howard.
ResponderEliminarGRACIASSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS
Me enamoré de la voz de Brittany Howard.
ResponderEliminarGRACIASSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS