El articulete tiene dos problemas. Uno, el primero, de orden semántico: no es "La Iglesia", es "La Iglesia Católica". Definirla como "La Iglesia" le otorga un status que debe ser combatido, aún hoy, tal como se puede ver.
El segundo problema, el más grave, es que se siguen metiendo en donde no tienen que meterse. Porque la ley de educación es para los católicos, los protestantes, los budistas, etc., y además para los que no creen en nada y mucho menos en una institución como la Iglesia Católica. Sin embargo, munidos con la impunidad que brinda una larga militancia conservadora y con la complicidad de gobernadores y funcionarios preocupados por la influencia de los curas, presionan sobre las autoridades civiles a los efectos que lograr ventajas e instalar miradas católicas en donde no debería existir más que una sola mirada; la del conjunto de la sociedad.
Y para resumir esa indebida presión está este párrafo que desliza el pasquín citado: "Para la diputada del FPV, esto no se trata de una discusión ideológica,
sino de redactar el texto de tal manera que “ellos no se sientan
excluidos”, en referencia a los grupos religiosos.
Pero, entonces estamos encerrados sin salida, porque sin la palabra 'laica', ¿no quedarían afuera quienes no profesan ninguna religión?”, le preguntamos a la legisladora, a lo que respondió que “la Iglesia no quiere que diga 'católica', pero la palabra 'laica' le quita la espiritualidad de la persona a la educación”, concluyó."
Pero, entonces estamos encerrados sin salida, porque sin la palabra 'laica', ¿no quedarían afuera quienes no profesan ninguna religión?”, le preguntamos a la legisladora, a lo que respondió que “la Iglesia no quiere que diga 'católica', pero la palabra 'laica' le quita la espiritualidad de la persona a la educación”, concluyó."
Más claro, echale hipoclorito de sodio.
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Bueno, os dejo en libertad. Disculpen las molestias ocasionadas.