miércoles, 19 de junio de 2013

DESCARTABLES

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Si Ud. tiene la incómoda sensación de estar transformándose en un ser laboralmente fungible in aeternum, si ve cómo cualquier estabilidad laboral se convierte en un tembladeral, si verifica cómo a su alrededor sus semejantes saltan de un trabajo a otro empujados por los contratos basura, la precarización laboral y la tercerización, no consulte a ningún gurú New Age: Sri Sri Ravi Shankar le dirá que se ría de Janeiro y sea positivo carajo que los cambios siempre son buenos, Deepak Chopra insistirá en que tiene ladeada la inteligencia emocional y le dictará una conferencia con técnicas mentales para liberar emociones negativas, Paulo Coelho (autotitulado "intelectual") le recomendará buscar el tesoro en el fondo de su casa, munido con una pala y la copia fiel de la traducción de las Mil y una Noches que Paulito le afanó a Borges, Ari Paluch sostendrá que al motor que lo impulsa a vivir le falta combustible espiritual, Bernardo Stamateas desde el pupitre señalará que está rodeado de gente tóxica (comenzando por Bernardo Stamateas), Spencer Johnson bramará que no se resista al cambio por miedo a algo peor, que debe aprender a adaptarse cuando comprenda que el cambio puede conducir a algo mejor, que debe tratar de detectar pronto el cambio y finalmente apresurarse hacia la acción, Wayne Dyer le soltará un sermón sobre el miedo, la culpa, la conducta auto-destructiva, y toda una serie de condicionantes mentales que lo alejan de la felicidad y bloquean el desarrollo de su personalidad y así.
Ninguno de los anteriores dirá una sola palabra acerca de la condición colectiva de esa sensación creciente que le quita el aliento cada vez que mira el almanaque. Ni uno solo le sugerirá mirar a su alrededor, a sus vapuleados semejantes, que están pasando por lo mismo o pasarán por lo mismo de un momento a otro.
Todos los anteriores le dirán que el problema es Ud., que el mundo está joya, que todo es color de pantera idem y que más que nada o se adapta (incluyendo su rebelde interior que se resiste a la degradación salvaje que le impone el afuera) o se va al carajo...por culpa suya. Una especie de mea culpa secularizado que guarda en su interior la letanía "por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa".
Pare de sufrir.
Lea las declaraciones de Dave Barthel, director ejecutivo de Allegis Group Services y compruebe que todos los tipos nombrados anteriormente macanean de lo lindo pero no gratis.
Ud. se siente crecientemente descartable porque lo consideran crecientemente descartable y actúan en consecuencia. Y contra eso lo único que uno puede hacer es oponer la potencia de un colectivo que se ha reconocido como objeto de fungibilidad y resiste ese proceso con la fuerza del acuerdo.
Deje de mirarse al espejo.
Mire al otro, vea cómo le crujen los huesos igual que a Ud. Ahí está la respuesta. Comprender que el sufrimiento es colectivo porque las razones que lo generan están donde nadie las mira, es el comienzo. Apenas el comienzo pero algo es algo.

2 comentarios:

  1. Si pudieran,después de usarnos nos matarían.

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  2. Moscón, no es que no puedan, es que la negrada no se deja, ellos ya tienen la solución final en cuestiones de laburo, es el esquema del prócer de la NASA, el maravilloso werner von braun y sus fabriquitas del V-2 en la Alemania del adolfo, minas abandonadas en las que los "obreros" entraban caminando y solamente salían con las patas por delante, la maravilla soñada pero, lástima, las negradas son reacias...

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Bueno, os dejo en libertad. Disculpen las molestias ocasionadas.