Elegir a Bergoglio como Papa es, por parte de la Iglesia Católica, un acto de coherencia. Coherencia con el rumbo tomado desde el pontificado de Juan Pablo II. Rumbo que mantuvo y profundizó Benedicto XVI. ¿Qué otra cosa iban a hacer? Es, que no quepa duda, el triunfo de los conservadores y reaccionarios que son multitud en el seno de la jerarquía católica. Recordemos que, como hemos señalado en este blog, habìa doce cardenales en una lista de sacerdotes que habían encubierto casos de pedofilia en sus propios feudos.
Bergoglio, más allá de su obvia adscripción polìtica (cercano al macrismo tal como lo ha demostrado una y otra vez) sostiene y mantiene el retorno del catolicismo a posturas preconciliares. Razón por la cual ha denostado cualquier ley que contradiga el neo-oscurantismo medieval de la iglesia católica.
Ya lo han dicho otros amigos en sus blogs: Bergoglio está bajo la fuerte sospecha de haber colaborado con la última dictadura cívico-militar. Esta elección legitima esa colaboración, le da una cobertura que Bergoglio no merece pero que sus pares siempre están dispuestos a brindar a aquellos que son de su corporación.
Para el mundo ha nacido un Papa. Para nosotros acá y en muchos lugares de Argentina seguirá siendo Jorge Bergoglio. Y no nos olvidaremos ni una sola coma de sus hazañas pasadas, presentes y ya que estamos, futuras.
"Coherencia".
ResponderEliminarNo puedo probarlo, pero le juro que es la primer palabra que se me vino a la cabeza apenas leí la noticia.
Cosmo:
ResponderEliminarLe creo.
Es que, más allá del gusto a fósforo blanco que a uno le queda con cosas como éstas, en frío, pienso que la Iglesia Católica con esta elección ha sido coherente.
¿Se acuerda de los comentarios de mi último post,Dormi?
ResponderEliminarEstuvimos bien cerca:
Dormidano dijo...
Estoy tentado a responder como Javier, pero me freno porque, a pesar de que no profeso la fe católica, los católicos del estilo de B16 (parece una vitamina parece) insisten en que ellos pueden extender su moral y ética a toda la sociedad, incluso a aquellos que no estamos en su instituciòn.
Sospecho que la salida de B16 es apenas un ajuste de cuentas para que el próximo papa (intuyo que no será europeo) venga a darle otras vueltas de tuerca al retorno de la ortodoxia en el que está empeñado la jerarquía católica. Un retorno preconciliar para solidificar privilegios y seguir esgrimiendo el azote moral de los herejes, agnósticos y demases.
Todo eso, aunque yo no lo quiera, influirá en la vida societaria, al menos en la de América Latina (blanco de la "nueva evangelización" según el último sínodo de obispos, pasa que los sudacas se volvieron demasiado zurditos).
Estoy tentado por señalar que el próximo habemos papa provendrá del gran país del norte.
Pero creo que es tan notoria la estulticia del representante del Tío Sam, que no podrá hacerse con la tiara.
Mis candidatos están entre curas que "combaten al demonio rojo", pienso en venezolanos, bolivianos y muy al fondo argentinos. Aunque los neocons mexicanos son una gran posibilidad.
25 de febrero de 2013 13:38
25 de febrero de 2013 14:28
Moscón dijo...
Dormi:
Uncle Sam es protestante y tener un papa yanqui no encajaría nunca dentro del sincrético sionismo anglosajón.
Me inclino mas por cualquiera hispano parlante por su capacidad representativa y baqueano en el terreno en pleno movimiento de las placas tectónicas sociales.
Toda esta agitación es puro verso,es el canto del tero;los sotanudos redoblan la apuesta.
25 de febrero de 2013 14:41
Moscón:
ResponderEliminarQue lo parió.
Diría que estrellamos la pelota en la cara interna del poste derecho.
La iglesia católica se aisla de sus fieles, una vez más. Se ve que el pasaje a la edad media no tenía devolución.
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