A dios rogando y con la pala juntando.
El negocio de la fe es profundamente perverso dado que los tipos éstos acumulan billetes explotando la necesidad de contención de las personas que acuden a ellos en busca de ayuda. Se aprovechan de sus debilidades, les crean falsas expectativas y, sabiendo que los feligreses se encuentran es un estado de vulnerabilidad muy avanzado, consiguen sacarles lo poco que tienen prometiéndoles salvación, redención y la solución a problemas que en realidad no pueden subsanar: curar enfermedades complicadas, mejorarles la situación económica (a cambio de pagar, un pedazo de ironía), etc.
Así han logrado juntar las fortunas inmensas que han reunido.
Y no es que la Iglesia Católica no haya hecho algo semejante. Pasa que a esta altura nadie le cree su renguera y por eso no le aportan como es debido.
Y lo que no va para un lado va para el otro.
La envidia que tendrán los cardenales del cónclave. Semejante cuenta corriente de los pastores che.
Funde su propia religión Dormi...allí está la guita...
ResponderEliminarIris:
ResponderEliminarTengo una propuesta: la AEIOU (Asociación Ecuménica Iglesia Oportunista Universal). La AEIOU agrupa a todos, creyentes, no creyentes, ateos, fanáticos de toda índole y derivados. La condiciòn básica es que los feligreses depositen el óbolo.
Será un éxito...
ResponderEliminarNo, "oportunista" tiene mala prensa (incluyendo la chupacirios), mejor defínase por "........de la OPORTUNIDAD Universal"; suena parecido pero en versión "buena" y la gilada se avivará cuando ya sea tarde, como siempre, bah!.
ResponderEliminarRam:
ResponderEliminarAnoto la sugerencia.
Me gusta el aporte.
¿No quiere unirse?