No sé si coincido del todo con eso de que "está bien que se movilicen, a nosotros nos cagaron a palos porque defendimos ese derecho".
La movilización esta es bastante heterogénea: hay pelotudos a cuerda mezclados con hijos de puta, como para hablar claro. Lo de pelotudos a cuerda es una caracterización política, gente que incluso puede estar reclamando algo legítimo, pero que está marchando codo a codo con los más acérrimos enemigos de los trabajadores.
El derecho de los pelotudos a cuerda tiene que ir acompañado de una responsabilidad, que no tienen, por eso son pelotudos a cuerda.
Pero digamos que bueno, de acuerdo, uno peleó contra la policía para garantizar ese derecho a ser un pelotudo a cuerda, en la esperanza de que un día deje de serlo.
Pero respecto de los hijos de puta, yo no corrí delante de la cana para garantizar el derecho de nadie a vivar a videla. Más bien que no. Lo digo con orgullo: yo marché para cerrarles la trompa, si es posible para siempre.
Porque esos tipos (y tipas) no son pelotudos, son hijos de puta. Son los que quieren volver, y creo que no hay que dejarlos volver. Nunca.
Entre un extremo y otro concedo una amplia gama de grises, de casos, de lo que se quiera. Y me parece importante distinguirlos, separar paja de bosta, ofrecer reflexión, lo que hace este blog por ejemplo.
Pero uno me parece que no lucha por una "libertad de expresión" abstracta y universal tanto para el que oprime como para el que es oprimido, porque la existencia de la opresión ya deforma la "libertad de expresión".
Y además porque romper la placa de Rodolfo Walsh no es libertad de expresión, es un ataque. Y como tal tendría que ser repelido. Si hay un policía que te abolla el cráneo si destrozás una vidriera, así tendría que haber una fuerza pública que nos proteja de esto.
La clase trabajadora tiene que encontrar una expresión política independiente. No lo es el kirchnerismo, ni tampoco esta comparsa de lobotomizados arreados por fascistas.
No sé si coincido del todo con eso de que "está bien que se movilicen, a nosotros nos cagaron a palos porque defendimos ese derecho".
ResponderEliminarLa movilización esta es bastante heterogénea: hay pelotudos a cuerda mezclados con hijos de puta, como para hablar claro. Lo de pelotudos a cuerda es una caracterización política, gente que incluso puede estar reclamando algo legítimo, pero que está marchando codo a codo con los más acérrimos enemigos de los trabajadores.
El derecho de los pelotudos a cuerda tiene que ir acompañado de una responsabilidad, que no tienen, por eso son pelotudos a cuerda.
Pero digamos que bueno, de acuerdo, uno peleó contra la policía para garantizar ese derecho a ser un pelotudo a cuerda, en la esperanza de que un día deje de serlo.
Pero respecto de los hijos de puta, yo no corrí delante de la cana para garantizar el derecho de nadie a vivar a videla. Más bien que no. Lo digo con orgullo: yo marché para cerrarles la trompa, si es posible para siempre.
Porque esos tipos (y tipas) no son pelotudos, son hijos de puta. Son los que quieren volver, y creo que no hay que dejarlos volver. Nunca.
Entre un extremo y otro concedo una amplia gama de grises, de casos, de lo que se quiera. Y me parece importante distinguirlos, separar paja de bosta, ofrecer reflexión, lo que hace este blog por ejemplo.
Pero uno me parece que no lucha por una "libertad de expresión" abstracta y universal tanto para el que oprime como para el que es oprimido, porque la existencia de la opresión ya deforma la "libertad de expresión".
Y además porque romper la placa de Rodolfo Walsh no es libertad de expresión, es un ataque. Y como tal tendría que ser repelido. Si hay un policía que te abolla el cráneo si destrozás una vidriera, así tendría que haber una fuerza pública que nos proteja de esto.
La clase trabajadora tiene que encontrar una expresión política independiente. No lo es el kirchnerismo, ni tampoco esta comparsa de lobotomizados arreados por fascistas.
Salud.