Pese a la contradicción que contiene la frase, no tienen cura. La única manera en que la Iglesia Católica puede regular la vida íntima de las personas es a través del terror, amedrentando, asustando, metiéndose en donde no la llaman, estableciendo que una institución social como ella está revestida de la autoridad de ciertas leyes naturales que se han transformado por obra y gracia de quién sabe quién, en dictámenres inapelables para toda la humanidad.
Y con el asunto de la reforma del Código Civil no se están quedando atrás. Dicen, muy orondos y con cara de santulones: "El adulterio es hoy causal de divorcio, pero si se aprueban los cambios ya no hará falta explicar porqué se pide una separación. Solo la ausencia del amor será suficiente para iniciar el trámite ante la justicia.".
¿Les parece poca cosa que en un matrimonio ya no haya amor? Mira vos.
Claro, lo que dios por nuestro intermedio ha unido (y que sirve para bautizar hijos en una religión que no espera que la aceptación plena provenga de sujetos concientes de su elección y así) el hombre laicista radical no lo separe, porque de esa forma perdemos poder de conciencia y sin miedo ¿quién recauda una decadracma?
Quizás un poco de autocrítica les serviría, ponele, pensar que durante tanto tiempo han sido la mala conciencia moral de gran parte de la humanidad y el mundo está hecho una mierda. Algo de culpa tendrán en ese asunto.
En verdad se nota que bailan por los decadracmas cuando no sacan de manera definitiva de sus filas, aunque los manden al infierno en los sermones, o les impidan comulgar, a divorciados católicos (que los hay: disonancia cognitiva,le dicen).
ResponderEliminarIris:
ResponderEliminarPor las rupias danza el macaco.
Por eso es que su mejor arma contra la baja de recaudación es mantener bajo control la conciencia, de forma tal que puedan interponer sus propios prejuicios como palabra de dios.