No sé qué me da más bronca. La confesión casi a cara descubierta de Bergoglio o la cuasi justificación de la pobreza que se agazapa en sus palabras: "El sentido trascendente de la vida que se ve en el cristianismo popular es la antítesis del secularismo que se propaga en las sociedades modernas"
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Bueno, os dejo en libertad. Disculpen las molestias ocasionadas.