Huyó sin decir ésta boca es mía. Con la valentía que lo caracteriza, Otilio Romano, procesado como partícipe necesario en 87 causas, entre las que se mencionan torturas, secuestros, allanamientos y desaparición de personas, delitos de lesa humanidad cometidos entre los años 1975 a 1983, cuando cumplía funciones como fiscal federal, escapó.
Sin fusiles que le cuiden la espalda ya no es tan valiente. Es más, parece francamente, un cobarde.
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Nooo!, ¿cómo es posible?, gente tan honorable y corajuda, escapando como rata?, no, exageraciones!
ResponderEliminarRam:
ResponderEliminarA mi me parece que es una campaña de prensa. Porque un señor usía juyendo como un criminal, no creo.