Todas esas apelaciones a la democracia, a la libertad y la perorata de EE.UU. y aliados sobre Libia se limita a ser eso: una perorata sin sentido. Porque Khadafi o Gadafi o como cornos quieran escribirlo estuvo tranquilo cuarenta años en Libia matando a su antojo y aplastando cualquier oposición sin que a occidente se le moviera el jopo (el bombardeo de EE.UU. y Gran Bretaña en 1986 tuvo otros móviles, basta indagar un poco para comprobarlo). Pero ahora el problema es el petróleo.
Y es tan abierta la necesidad de controlar ese surtidor que un pasquín infame como Infoburdo se da el lujo de blanquear el asunto.
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Que banda de hijos de puta (reitero estas frases unas cincuenta veces, además).
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