EL ARTE DE ADOPTAR MOVIMIENTOS

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Ya que anduvimos fatigando a Hegel, insistamos: el teutón decía que el buho de Minerva emprendía el vuelo a la caída de la noche. Esto es, la sabiduría llega luego de los hechos mismos, luego de la reflexión sobre lo ocurrido, sobre la coyuntura (cabe acotar que ésto es una interpretación personal de la famosa metáfora, que no agota todos sus significados).

Esto parece ocurrir con cuestiones tales como el 19 y 20 de diciembre de 2001 y ahora, los "Indignados" de España. Mientras el hierro está caliente, los análisis apenas son ensayos, argumentos que no culminan (ni nunca lo harán) de dar cuenta del asunto más o menos cabalmente.

En lo que sí hay consenso es que los dos movimientos desbordaron la capacidad de comprensión y los paradigmas de los partidos políticos de toda laya. Por suerte la realidad es más compleja que cualquier recorte que se haga de ella, y las cosas ocurren sin preocuparse demasiado acerca de las consignas de éste o aquel espacio político, de éste o aquel dirigente, de éste o aquel puntero.

Y una vez ocurridas aparecen los oportunistas que intentan adoptar la revuelta, apropiársela y proclamar que ahí está lo que ellos estaban diciendo desde hace una punta de años. A la carrera y de frente march, varios partidos, varios movimientos (por lo general rechazados por los que están en la revuelta que además hacen lo que hacen en contra, entre otras cosas, de los que quieren traducir el asunto para su propia conveniencia) intentan adjudicarse la interpretación de los hechos, para de ésta forma legitimar sus vaticinios y predicciones.

Se les pasa por alto un detalle: tanto en el 19 y 20 de diciembre argentino, como los "Indignados" españoles, repelen con sus acciones las prácticas de muchos partidos políticos, de uno y otro lado, que en vez de representar al pueblo, en la practica, lo sustituyen.

Adoptar una revuelta, indicar que eso es tal o cuál cosa y elevar esa falacia como una consigna, todo en un mismo movimiento, es un acto lleno de soberbia y ceguera intelectual.

Repito, por suerte la realidad es más compleja que cualquier análisis que se haga de ella. Y el Buho de Minerva sigue emprendiendo el vuelo al atardecer.