Bueno, a esa señora no se le puede negar que ha recorrido pizzerías, es palabra autorizada, a nosotros (una manga de irreverentes de poca educación) tampoco se nos puede negar el derecho a pensar cuánto falta para que le crezca el bigote, si será morocho o platinado (el bigote) y si el nuevo look implicará el paso del naranja ultra brillo al azul mate o las sandalias paquetas con adornos al tono por borceguíes... Pensar que es desagradable hasta la desesperación esta mujer, pero tiene talento para hacernos pensar en ella, y en la madre que la parió, y en la que la parió a la madre, etc.
Bueno, a esa señora no se le puede negar que ha recorrido pizzerías, es palabra autorizada, a nosotros (una manga de irreverentes de poca educación) tampoco se nos puede negar el derecho a pensar cuánto falta para que le crezca el bigote, si será morocho o platinado (el bigote) y si el nuevo look implicará el paso del naranja ultra brillo al azul mate o las sandalias paquetas con adornos al tono por borceguíes...
ResponderEliminarPensar que es desagradable hasta la desesperación esta mujer, pero tiene talento para hacernos pensar en ella, y en la madre que la parió, y en la que la parió a la madre, etc.