No se trata de una resurrección.. siempre quedaron los defensores de la falacia, el sectarismo y el odio. Hay que seguir peleando siempre para que nunca resurjan. "¿Sabe usted qué tamaño puede tener una llamita? ¡Así!". Esa frase la repetía el capitán de bomberos Lemonade, en la novela "La Gansada" de R. Fontanarrosa. El capitán Lemonade nunca se iba de un sitio incendiado hasta haber terminado con toda situación que conllevara el riesgo de reavivar el fuego. Con más inteligencia que el bombero del libro debemos estar siempre alertas y siempre apagando cualquier llamita de odio y de violencia.
Iba a escribir lo que dice Mordi... No hay resurreción, nunca se murieron. Lo que pasa es que se vuelven a hacer visibles, oh paradoja, cuando mueren los otros (el Otro) Saludos
Mordi: Si, de hecho siempre están ahí, pero necesitan terreno fértil para aparecer, son como garrapatas que se guardan por años y años esperando que pase un perro para pegársele y chuparle la sangre. En ese sentido hablo de una resurrección. La xenofobia siempre está, larvada, acechando, esperando una coyuntura favorable. Y ahí vuelve a aparecer, pero el tamaño del fenómeno se asemeja más a un renacimiento que a un recrudecimiento. Cuando pienso en preparar el terreno me acuerdo de la prédica xenófoba y racista que desde el 90 en adelante encararon los medios serios. ¿Cómo desactivarla? Buena pregunta.
Huinca: Ahí creo que está el asunto, al hacerse visibles conectan con los prejuicios básicos del tipo adiestrado por los medios, por la escuela, por sus propios pares y ¡pum!, ahí tiene un racista jodido, jodido porque en su banalidad es peligroso, jodido porque ahí está el huevo de la serpiente.
No se trata de una resurrección.. siempre quedaron los defensores de la falacia, el sectarismo y el odio.
ResponderEliminarHay que seguir peleando siempre para que nunca resurjan.
"¿Sabe usted qué tamaño puede tener una llamita? ¡Así!". Esa frase la repetía el capitán de bomberos Lemonade, en la novela "La Gansada" de R. Fontanarrosa. El capitán Lemonade nunca se iba de un sitio incendiado hasta haber terminado con toda situación que conllevara el riesgo de reavivar el fuego.
Con más inteligencia que el bombero del libro debemos estar siempre alertas y siempre apagando cualquier llamita de odio y de violencia.
Iba a escribir lo que dice Mordi... No hay resurreción, nunca se murieron. Lo que pasa es que se vuelven a hacer visibles, oh paradoja, cuando mueren los otros (el Otro)
ResponderEliminarSaludos
Mordi:
ResponderEliminarSi, de hecho siempre están ahí, pero necesitan terreno fértil para aparecer, son como garrapatas que se guardan por años y años esperando que pase un perro para pegársele y chuparle la sangre. En ese sentido hablo de una resurrección.
La xenofobia siempre está, larvada, acechando, esperando una coyuntura favorable. Y ahí vuelve a aparecer, pero el tamaño del fenómeno se asemeja más a un renacimiento que a un recrudecimiento. Cuando pienso en preparar el terreno me acuerdo de la prédica xenófoba y racista que desde el 90 en adelante encararon los medios serios.
¿Cómo desactivarla? Buena pregunta.
Huinca:
ResponderEliminarAhí creo que está el asunto, al hacerse visibles conectan con los prejuicios básicos del tipo adiestrado por los medios, por la escuela, por sus propios pares y ¡pum!, ahí tiene un racista jodido, jodido porque en su banalidad es peligroso, jodido porque ahí está el huevo de la serpiente.
Perdón Dormidano, no puedo leer, tengo el estómago revuelto.
ResponderEliminarLe mando un abrazo.
http://haciendolavidadeapoco.blogspot.com/2010/12/villa-soldati.html
ResponderEliminarUna simple reflexión que tiene que ver con esto.