sábado, 6 de noviembre de 2010

EL VERDADERO ESPÍRITU DEL CAPITALISMO

Hoy la teoría de Weber sobre el origen del capitalismo quedó refutada ante mis ojos con meridiana claridad. En La Ética Protestante y el Espíritu del Capitalismo, Max Weber sostiene que el espíritu del capitalismo está conformado por aquellos hábitos e ideas que favorecen el comportamiento racional para alcanzar el éxito económico.
Lamento decirte Max, estás redondamente equivocado. Esos hábitos e ideas pueden estar después, como modos de alcanzar el éxito económico. 
Pero el verdadero espíritu del capitalismo es el egoismo, un egoismo mezquino y sin contemplaciones. Un egoismo que puede planificar la obtención de beneficios aún sobre el dolor ajeno, sobre los escrúpulos, sobre la propia familia. Un egoismo para el que todos, pero absolutamente todos, son medios para obtener beneficios. Nada más que medios. Objetos que uno puede poner acá y allá. Objetos que se pueden descartar sin ningún problema, con un gesto endurecido por el cálculo.
Ése es el verdadero espíritu del capitalismo. Un espíritu repugnante, arrobado por su propia crueldad, certero para lograr ventajas aprovechando cualquier situación humana. 
Y es un espíritu solitario. Cruel y solitario. Solitario en el peor sentido de la palabra, dado que un egoismo de esa magnitud debe ejercerse en soledad, únicamente en la soledad más absoluta un espíritu así puede desarrollarse. Semejante ferocidad no debe tener testigos. Sería insoportable para el que lo profesa, caería espantado por su propia imagen en el espejo.
Esta sociedad que nos rodea, plagada de bellas almas que hablan de dolor mientras caminan sobre los huesos de las víctimas, es una muestra acabada de ese espíritu. 
El espíritu que hoy vino a refutar a Max Weber.
Un espíritu para el que no hay afectos, familia o amigos.
Todos son medios.
Medios que sin contemplación alguna olvidarán al que antes renunció a su condición humana para abrazarse a un fajo de billetes.
...

3 comentarios:

  1. Lo tengo que masticar un poco más. Luego de ello, comento.

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  2. Excelente, suscribo letra por letra.

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  3. Antes que Moisés pudiera derrotar al poderoso imperio egipcio hubo de dar forma primero a una ideología superior (el monoteismo), propagandizarla a través de Araon y armar así la mente de sus soldados-esclavos.
    Antes que Bolivar expulsara a la vencible armada española hubo primero un Vizcardo que escribió su Carta a los americanos, propagandizada por Miranda, y armada así la mente de los americanos, se consiguió la empresa (en la que no faltaron también quienes extrañaron las respectivas "ollas de Egipto")

    Habrá muchos otros ejemplos históricos pero los que conozco son suficientes para hacerme entender la necesidad de ganar primero la batalla moral, ideológica; de "el espíritu"

    El monoteismo de Max enfrentado al ateismo de Marx.
    Asistimos a una batalla secular, largamente definida, pero largamente reeditada. En la que algo tendremos que decir, como hijos de nuestro tiempo.

    Sólo precisar que el capitalismo de Weber es un capitalismo original, verdaderamente liberal, del original librecambio, librecomercio, que no tiene que ver con el monopolista, globalizado, imperialista, actual.

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Bueno, os dejo en libertad. Disculpen las molestias ocasionadas.