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"Bueno", me dijo de improviso, "ahora tengo otros asuntos que atender". Se incorporó sonriéndome, es decir, ensanchando esa contorsión mórbida de su boca, y acto seguido, en tanto yo acababa de guardar la libreta y el grabador en un bolsillo del saco, me preguntó: "¿Y? ¿Todavía no se sabe quién te agredió en 1993?" Lo miré, creo, con perplejidad. No supe qué decir. En el camino hacia la puerta del despacho se puso a despotricar contra el hermano de Palito Ortega, Luis, intendente de General Sarmiento. "Es un mal tipo, me tiene podrido, ya le voy a cortar la cuerda." En cualquier novela policial mediocre y de desenlaces previsibles, el autor, en un lacónico punto aparte, habría de anotar: "Meses más tarde, Luis Ortega murió en un sospechoso accidente automovilístico". Que es lo que de veras ocurrió. Pero no viene a cuento hablar de eso. Los accidentes son, precisamente, accidentes, sucesos eventuales. La muerte, en éste país, es una eventualidad, un hecho conjetural, un avatar. De pronto ¡plash!, hay gente molesta que muere en accidentes plash y deja de fastidiar.
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("El Regreso del Otro", Hernán López Echagüe, pag. 44-45, E.Planeta, Buenos Aires, octubre 2010.)
Si, si: en la época de la Rata y el Cabezón abundaron los "accidentes" de esos.
ResponderEliminarAccidentes de autos, de helicópteros, incendios, suicidios... fue una pequeña epidemia.
ResponderEliminarUnfor:
ResponderEliminarSi, Carlos Saúl decía que era la casualidad permamente.
Sujeto:
ResponderEliminarSi, a la gente le había dado por morirse en circunstancias dudosas.
Bueno, creo que esto responde mi pregunta. También me vino a la mente el caso de ese hombre que se "suicidó" en el edificio que había en construcción a una cuadra de la quinta de Olivos, a las tres de la tarde, ayudado por dos personas y a la vista de todos los que esperaban el tren en la estación Mitre.
ResponderEliminarHasta el hijo del presidente murió y contagió a otros doce.Y la rata se desesperaba por aclarar que fué un accidente.
ResponderEliminarComo lo de Ramallo.
Mauro:
ResponderEliminarYa se sabe que algunas personas son reacias a suicidarse y necesitan ayuda.
Moscón:
ResponderEliminarSin ir más lejos, como la mano derecha del señor del texto, el Negro Bujía, que se murió en un accidente, unas semanas después del despelote de Ibrahim Al Ibrahim. Se supone que Bujía era el que más favores le pedía al señor que no hablaba castellano en nombre del hombre de la mueca.
Murió atropellado por una camioneta.
con respecto a al accidente de ortega recuerden que duhalde no lo queria porque ortega lo acuso publicamente en un acto el 25/05/1996 delante de 15.000 personas de ser el peor narcotraficante de la provincia de buenos aires, el 26/07/1996 ups tuvo un accidente...
ResponderEliminarJuna:
ResponderEliminarMuy buen dato el suyo, muy bueno.
JUAN PALQUE: ESTAS TOTALMENTE ACERTADO, DE ECHO ERAN 28.000 PERSONAS, LO MAS TRISTE QUE SU HERMANO (PALITO) SE CAGO EN TODO Y EN 1999 FUE CANDIDATO A VICE DEL PROPIO ASESINO DE SU HERMANO, CAGANDOSE LITERALMENTE EN TODO POR UNOS CUANTOS PALITOS VERDES!!! Y LO MEJOR QUE EL CONTADOR DE LA CAMPAÑA ERA ALDO DUKLER- CONTADOR DEL CARTEL PABLO ESCOBAR!
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