Si yo tuviera algo turbio que ocultar, también me pondría nervioso. Si no, no. Es como el "batallón" de la AFIP que "invadió" los edificios de Clarín. Si estuviera todo en regla, ¿cuál es el problema?
Jorge: Sin cadáveres en los armarios, se podrían reir de la AFIP y los juicios y dejar que "El Corazón Delator" fuera nada más que un buen cuento. Pero ya lo decía Mafalda, no se puede amasar una fortuna sin hacer harina a los demás. Y ahí si, cuando les quieren revisar la amasadora, se ponen un poco nerviosos. Crispados, como se acostumbra decir en éstos días.
Qué cosa, no? A mí, lo que me ponen nerviosa, son los chorros de guante blanco, los patoteros, los negreros...cada uno con su nervio, ya lo decía mi abuela...
A mi me pone nervioso la vocación hematófaga de estos muchachos,la costumbre de serrucharnos el piso,su afán de tirar cometas y su incapacidad para distinguir a la gente de un inodoro.
Pobre gente, aunque capaz que sea cierto eso de que las mayores fortunas no se hicieron con inteligencia y esfuerzo (como dicen las mitologías) sino violando al Código Penal. Aunque capaz también, que uno es demasiado mal pensado y de rebote y envidia, asustamos a estas almas puras llenas de guita.
Si yo tuviera algo turbio que ocultar, también me pondría nervioso. Si no, no.
ResponderEliminarEs como el "batallón" de la AFIP que "invadió" los edificios de Clarín. Si estuviera todo en regla, ¿cuál es el problema?
Jorge:
ResponderEliminarSin cadáveres en los armarios, se podrían reir de la AFIP y los juicios y dejar que "El Corazón Delator" fuera nada más que un buen cuento. Pero ya lo decía Mafalda, no se puede amasar una fortuna sin hacer harina a los demás. Y ahí si, cuando les quieren revisar la amasadora, se ponen un poco nerviosos. Crispados, como se acostumbra decir en éstos días.
Qué cosa, no? A mí, lo que me ponen nerviosa, son los chorros de guante blanco, los patoteros, los negreros...cada uno con su nervio, ya lo decía mi abuela...
ResponderEliminarA mi me pone nervioso la vocación hematófaga de estos muchachos,la costumbre de serrucharnos el piso,su afán de tirar cometas y su incapacidad para distinguir a la gente de un inodoro.
ResponderEliminarLaura:
ResponderEliminarIdem.
Me voy a tomar un Prozac, ya vengo.
Moscón:
ResponderEliminar¿Gente? No no. Ésa no es una variable económica.
Pobre gente, aunque capaz que sea cierto eso de que las mayores fortunas no se hicieron con inteligencia y esfuerzo (como dicen las mitologías) sino violando al Código Penal.
ResponderEliminarAunque capaz también, que uno es demasiado mal pensado y de rebote y envidia, asustamos a estas almas puras llenas de guita.
Ram:
ResponderEliminarEso, desalentamos las inversiones...