La "realeza" europea festeja en Grecia el casamiento de un príncipe, mientras en Atenas se suceden huelgas y protestas. La desocupación, las privatizaciones y el ajuste empujan a las calles a buena parte de los griegos y en una isla los parásitos de Europa celebran su buena fortuna.
Por supuesto, los admiradores de esa nobleza de aquí y allá se babean como buenos tilingos ante tanto fasto y boato.
Sería bueno que el espectro volviera a cernirse sobre Europa, al menos para asustar a éstos crápulas y a su corte de adulones.
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Una pena, el Príncipe dormidano 3º de Adrogué, regalándonos su envidia. Ya se parece a la lilita.
ResponderEliminarAsí nunca vamos a dejar de ser 3er. mundo.
Ram:
ResponderEliminarEs que no cabe ninguna corona.
P´Cha digo.
Porca miseria!!
ResponderEliminarLa historia va siempre para adelante! Ya se dará vuelta la tortilla!
María:
ResponderEliminarAlguna vez, alguna vez.