¡Por fin! ¡Por fin!
Antes, los Revolucionarios no teníamos demasiadas oportunidades de ingerir productos lácteos, dado el proverbial monopolio que conduce los destinos del noble producto lecheril. Y ya se sabe, uno no puede legitimar con sus acciones la existencia de esos monstruos voraces. En tren de conservar la coherencia perdiamos calcio a lo loco.
Pero eso ha terminado señores.
Ahora hay un yogurt para nosotros (y nosotras che, no se alteren).
¡El verdadero yogurt anticapitalista!
¡El verdadero yogurt anticapitalista!
Ja!, y decian que la revolución vendría de la mano de la clase obrera, ahí tienen troskos!.
ResponderEliminarLas revoluciones se producen en los callejones sin salida.
Bertolt Brecht
Bertolt se revolucionaba en cualquier parte!, ¡que asco!
Como perro y gato:
ResponderEliminarCalcule Ud. que este yogurt funda una revolución en el inodoro...
"El yogur de la clase obrera" :P
ResponderEliminarCuando derroquemos a estos montoneros peronistas, quiero que la propaganda diga "¿Tenés problemas para cagar? Tomate un activia que cagas fenómeno".
Esto de evitar llamar las cosas por su nombre nos está perjudicando seriamente como sociedad...
Felipe:
ResponderEliminarEso y los gráficos en donde la mierda se presenta como una serie de pelotitas que se deslizan empujadas por el menjunje.